Luippi, un joven influencer con discapacidad, muestra los problemas que suele encontrar a la hora de reservar habitaciones accesibles en los hoteles. En este sentido, pone el foco en «falsos hoteles adaptados, plataformas de reserva que los apoyan y los grandes problemas que esto conlleva».
Este joven con lesión medular utiliza una silla de ruedas para desplazarse. Desde hace varios años sube contenido a sus redes sociales para luchar por un mundo más equitativo ante tantas barreras que encuentran el día a día las personas con discapacidad.
Problemas para encontrar hoteles accesibles
En esta ocasión, rescatamos uno de los vídeos publicados por Luippi en sus redes sociales, donde expone los problemas que encuentran las personas con discapacidad para acceder a hoteles verdaderamente accesibles.
Respecto a este tipo de situaciones, este joven onubense con discapacidad confiesa que «si no fuera por algunas barreras creadas por el humano ni me acordaba que tengo lesión medular. Una vez que salimos por la puerta de nuestro hogar nos encontramos con innumerables obstáculos que resolver».
Este hecho que expone Luippi hace referencia al día a día que afrontan millones de personas con movilidad reducida. Aunque en los últimos años se está avanzando de manera considerable en accesibilidad e inclusión, aún quedan muchos aspectos por mejorar.
En este sentido, Luippi comenta que en España hay algunos hoteles que cuidan hasta el más mínimo detalle para la inclusión y comodidad de las personas con movilidad reducida. Incluso, en España hay algunos hoteles con adaptaciones específicas para personas con autismo, como el Hotel Port Azafata de Valencia.
«Pasamos de vivir a sobrevivir»
Aunque este joven andaluz indica que hay hoteles muy cuidadosos, la realidad es que la mayoría siguen contando con barreras u obstáculos que dificultan la estancia de las personas con discapacidad y las personas con movilidad reducida.
Específicamente, pone el foco en las plataformas de reservas que «no ayudan para nada a diferenciarlos, ya que todos los alojamientos se pueden marcar como accesibles sin previamente revisar si eso es así o no».
Ante esta situación, Luppi expone la siguiente reflexión: «¿De qué sirve que tenga ascensor si luego no me puedo mover bien por la habitación o no puedo salir a la terraza porque tiene un escalón?».
Luippi asegura que aunque llames antes al hotel para conocer las condiciones de accesibilidad, «casi siempre nos encontramos con sorpresitas». Por ejemplo, afirma que en ocasiones no ha podido ir al baño porque no cabe por la puerta con su silla de ruedas.
Finalmente, lamenta que «pasamos de vivir a sobrevivir», y concluye que «ojalá algún día no nos sea tan complicado reservar hotel. Si pone que está adaptado, que sea de verdad y en todas las áreas».