Un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) ha logrado traducir los pensamientos en palabras tras una compleja investigación. Se trata de un avance de gran relevancia para personas con discapacidad grave y personas con parálisis que han perdido la capacidad para hablar con claridad.
El equipo de investigación ha estado liderado por el profesor adjunto de neurocirugía Frank Willett, que junto a sus compañeros ha utilizado interfaces cerebro-computadora para ayudar a las personas con discapacidad a hablar con claridad. Las tecnologías de interfaz-cerebro ordenador también se denominan BCI.
Logran traducir los pensamientos en palabras con eficacia
Los científicos responsables de la investigación pudieron detectar previamente que las BCI pueden captar señales cerebrales y traducirlas en palabras con gran precisión. Es decir, cuando las personas con discapacidad grave intentan hablar o hacer determinados movimientos.
Además, recientemente, este equipo de científicos dio un paso más allá. En este sentido, estudiaron en profundidad las señales cerebrales relacionadas con el ‘habla interna’ o el pensamiento basado en el lenguaje, pero silencioso y no expresado.
El autor principal de este esperanzador estudio para las personas con parálisis es Frank Willet. Por su parte, Erik Kunz y Benyamin Meschede-Krasa son coautores principales del trabajo de investigación. Así, Willett ha repasado algunas de las conclusiones más relevantes del estudio.
Con todo ello, Willet explica que «el habla interna (también llamado «monólogo interno» o autoconversación) es la imaginación del habla: imaginar los sonidos, la sensación de hablar o ambos».
Respecto al ‘habla interna’, el autor principal de esta investigación afirma que «queríamos saber si una BCI podría funcionar basándose únicamente en la actividad neuronal evocada por el habla imaginada, en contraposición a los intentos de producir físicamente el habla. Para las personas con parálisis, intentar hablar puede ser lento y agotador, y si la parálisis es parcial, puede producir sonidos que distraen y dificultades para controlar la respiración».
La utilización de tecnologías interfaz-cerebro ha permitido a los investigadores convertir los pensamientos en palabras con una precisión de hasta el 74%. Aunque aún quedan pasos por dar, se trata de un avance que genera esperanza en las personas con discapacidad grave que no pueden hablar con claridad.
Una esperanza para personas con discapacidad grave
El equipo de trabajo liderado por la Universidad de Stanford estudió a cuatro personas con graves deficiencias motoras y del habla. A todos ellos se les colocó un junto de microelectrodos en áreas motores cerebrales.
Excited to share our new study on inner speech out now in @CellPressNews!
W/ @benyameister (co-lead) @WillettNeuro (senior)https://t.co/kO71vbAhBe— Erin Kunz (@pearlsandpython) August 15, 2025
De este modo, el profesor Willett asegura que «descubrimos que el habla interna evocaba patrones de actividad claros y robustos en estas regiones cerebrales. Estos patrones parecían ser una versión similar, aunque más reducida, de los patrones de actividad evocados por el intento de hablar. Descubrimos que podemos decodificar estas señales con la suficiente precisión como para demostrar una prueba de principio, aunque aún no tan bien como con el intento de hablar. Esto nos da esperanzas de que sistemas futuros puedan restaurar el habla fluida, rápida y cómoda en personas con parálisis únicamente mediante el habla interna».
A pesar de ello, los BCI todavía cuentan con algunas dificultades, ya que podrían filtrar pensamientos que realmente el usuario no quería expresar. En este sentido, los investigadores ya han encontrado algunas soluciones prometedoras.
Además, hay que añadir que las BCI implantadas en los participantes en el estudio no son una tecnología ampliamente disponible, debido a que se encuentran en primeras etapas de investigación y pruebas. Eso sí, están reguladas por agencias federales para mantener los más altos estándares de ética médica.
Como conclusión, el profesor Willett argumenta que «un hardware mejorado permitirá registrar más neuronas y será totalmente implantable e inalámbrico, lo que aumentará la precisión, la fiabilidad y la facilidad de uso de las BCI. Varias empresas están trabajando en el hardware, que esperamos esté disponible en los próximos años».
Además, los investigadores también han abierto otras vías de estudio de manera paralela para mejorar la precisión de decodificación del habla interna. Por ejemplo, la exploración de regiones cerebrales fuera de la corteza motora.