María Petit es una deportista ciega que encuentra la felicidad corriendo a través de la montaña. En este año 2025 dará un paso más allá y estará en la carrera ‘MCC’ de ‘UTMB’, en el marco del programa de inclusión de la organización para visibilizar el deporte adaptado.
Tras perder la visión con 17 años de edad, María encontró en el deporte su refugio y una vía para encontrarse a sí misma. No obstante, esta deportista invidente necesitó de un periodo de tiempo específico para adaptarse a su nueva situación.
María, ciega desde los 17 años, es feliz corriendo por la montaña
Recientemente, María ha participado en un podcast con los compañeros de ‘AvernoTrail’. Así, ha confesado que «yo era rebelde. Me gustaba la fiesta. Nunca pensé que acabaría en la montaña».
María Petit afirma que siempre se le dio bien hacer deporte, aunque en su adolescencia no se centraba en la práctica deportiva. Sin embargo, señala que todo cambió a los 17 años de edad cuando «un martes 13 de julio de 2010, tuve un accidente y me quedé ciega».
Tras el accidente, María tuvo que afrontar momentos muy complicados, con fases de recuperación y adaptación a su nueva vida. Llegó a competir en atletismo adaptado y participó en campeonatos europeos. No obstante, un día decidió parar.
En este sentido, manifiesta que «no sabía si lo hacía por mí o por los demás. Me había metido en esa rueda de ‘sí, puedo, mírame’, pero yo no estaba bien. Lo dejé todo, me fui al yoga, me puse a respirar, a pensar, a vivir».
Con este cambio de mentalidad, en 2017 llegó otro momento clave en su vida. Concretamente, comenzó a caminar y correr por la montaña con amigos. Lo que comenzó como una actividad de ocio ha llegado a convertirse en una auténtica pasión para María.
Al respecto, indica que «la montaña me descubrió que podía hacer más de lo que pensaba. Yo pensaba que no podía. Que por ser ciega eso no era para mí. Pero lo probé, y me gustó. Sentí algo muy especial. Y ya no paré».
Una historia de superación en la montaña
Muchas personas preguntan a María cómo puede correr por la montaña siendo ciega. A lo que ella responde que «me sale. Es natural. Corro con el oído, el instinto y el cuerpo entero». Además, también necesita el apoyo de dos compañeros para correr por la montaña.
Gracias a una barra direccional, María Petit corre por la montaña junto a dos guías. Habitualmente, María entrena con sus dos guías, por lo que existe una gran confianza y sincronización entre todas las personas implicadas.
Para María correr por la montaña no solamente significa hacer deporte, sino que entiende que también supone conectar con la naturaleza, estar en paz, tener más estímulos y vivir de una manera diferente.
En esta nueva etapa de su vida donde el deporte vuelve a ser un elemento clave, Marí Petit aclara que «corro porque me hace feliz. No para demostrar. Tengo la suerte de tener red, trabajo y recursos. No todo el mundo lo tiene. Hay que tener cuidado con los mensajes que lanzamos».
Debido a su manera de entender la vida, María se aleja del discurso heroico de la discapacidad. Igualmente, no quiere ser influencer ni inspiración forzada para nadie. A pesar de ello, es innegable que María es un ejemplo de superación.
Así, este año 2025 correrá la ‘MCC’ del ‘UTMB’ junto a sus dos guías, Elisa Mas y Sergi Cruells. En cualquier caso, María afirma que no ha sido un año fácil para ella debido a diferentes circunstancias, como lesiones, dudas o falta de entrenos.