Intentar engañar a la Dirección General de Tráfico (DGT) es además de complicado, muy irresponsable. Y es que nadie debería buscar la forma de escabullirse de pagar una multa, a pesar de haber cometido una infracción. No hay que olvidar, que la existencia de este organismo no es la de castigar a los conductores, sino la de velar por su seguridad. Es por ello, que cuenta con un reglamento de circulación que se debe respetar cuando nos ponemos al volante.
El problema es que son muchas las ocasiones en la que esta normativa no se respeta. A pesar de que está diseñada para evitar accidentes y por tanto, en aras de que los conductores y otros usuarios de las vías no tengan problemas, hay quienes se empeñan en desafiar a la entidad de tráfico. Es por ello, que la DGT debe contar también con sanciones que amedranten a los conductores que quieran saltarse las normas. Un modo de castigar a quien no cumpla con la legislación.
La DGT toma medidas para que se cumplan las normas
Las sanciones son la principal medida de la Dirección General de Tráfico (DGT), para hacer cumplir las normas de seguridad. También cuenta con planes de vigilancia especiales, campañas de concienciación vial y educación sobre tráfico. Todo ello, con el fin de hacer cumplir la normativa que permite mantener la seguridad en las carreteras. Sin embargo, la tarea no es fácil, pues la mayor parte de la responsabilidad para que todo funcione, es de la ciudadanía.
Entre las infracciones más cometidas por los conductores, está la de exceder los límites de velocidad establecidos. No cumplir con los límites de velocidad marcados, es la infracción que más cometen los conductores. Es por ello, que existen sanciones que castigan esta irresponsabilidad con el fin de que no se cometa, o al menos, se cometa menos de lo habitual.
Sin embargo, hay un problema. Es imposible para la DGT vigilar a todos los conductores que circulan cada día por las carreteras. Bien es cierto, que cuenta con los agentes de tráfico que vigilan determinadas zonas y realizan trabajos de control, pero no es suficiente. Es por ello, que existen lo que se conoce como radares. Se trata de un dispositivo que es capaz de identificar al conductor que excede los límites de velocidad. Pero, ¿Es posible evitar sus multas?
Frenar antes de un radar puede conllevar multas
Los radares son dispositivos colocados por la DGT en las zonas de la carretera donde identifiquen que más se exceden los límites de velocidad. Estos aparatos, identifican cuando un vehículo va a más velocidad, y envía la información a la DGT para que tramite la consecuente multa. Sin embargo, como gran parte de ellos están anunciados, son muchos los conductores que al llegar a la altura de un radar, frenan para que este no les multe.
Pero, ¿Hay modo de que la DGT multe al conductor a pesar de esta práctica? Lo cierto es que sí. Se hace con los radares en cascada. En este caso, no se trata de un solo dispositivo que identifica la velocidad del vehículo conforme pasa, sino que para evitar que el conductor frene y no se lleve la multa, lo que hace la DGT es instalar varios dispositivos durante un trazado, de tal modo, que cuando el vehículo pase por todos, haga una media de velocidad a la que iba.
Esto significa, que ya no basta con ir a gran velocidad y frenar, sino que estos radares que la DGT ha instalado como antifrenazos, obligan al conductor a mantener una velocidad media durante todo el trazado, si no quieren ser multados. De lo contrario, la DGT se encargará de informar al conductor sobre su infracción y proporcionarle la consecuente sanción.