Aunque en la mayoría de ocasiones resulta molesta, la tos es un mecanismo de defensa que realiza el organismo para hacer frente a los agentes externos. Es decir, intenta mantener despejada la garganta y las vías respiratorias, de modo que actúa como aliado del sistema.
Si bien, existen diferentes tipos de tos, que puede llegar a ser agua o crónica. En este sentido, los cuadros de tos persistentes son aquellos asociados a afecciones como el resfriado, gripe o bronquitis grave.
Además, en el último año la tos ha sido protagonista, ya que se identificó prácticamente como el primer síntoma del Covid-19. Ello ha provocado que las personas que tosen inmediatamente sospechen sobre la presencia del virus. Sin embargo, la tos no siempre tiene por qué significar contagio por SARS-CoV-2.
Una de las característica de la tos es que puede llegar a ser altamente persistente. En muchas ocasiones no supone un trastorno serio, aunque para la persona afectada es algo molesto. Incluso puede provocar molestias en la garganta, dolor muscular en la caja torácica y no dejar dormir.

En la actualidad existen diferentes medicamentos y tratamientos médicos destinados a paliar los efectos de la tos. No obstante, también es posible tirar de remedios caseros cuando no tengamos otra posibilidad.
Remedios caseros contra la tos
A continuación exponemos algunos remedios caseros que podrían ayudar a aliviar la tos en casos persistentes y que resultan molestos para la persona afectada. Infusiones, cebolla o miel son algunos de los elementos naturales más eficaces en este aspecto:
- Bebidas calientes: Las bebidas calientes, aunque no a elevadas temperaturas puede calmar esta afección. Nos referimos a bebidas con poca grasas, como agua con limón o incluso únicamente agua. Esto puede ayudar debido a que beber bebidas calientes estimula aún más la salivación, provoca que liberes endorfinas y el dolor de garganta podría ser menos molesto.
- Ingesta de cúrcuma: Entre las virtudes de la cúrcuma destaca su poder antiinflamatorio y podría ayudar a frenar los síntomas propios de la tos. Es recomendable tomar una cucharadita disuelta en agua templada o incluso en algún zumo.
- Cebolla: Es uno de los remedios caseros más tradicionales. Corta una cebolla por la mitad y sitúala cerca de la mesa de noche mientras duermes. La quercitina, elemento que libera la cebolla una vez cortada tiene capacidad antiinflamatoria y contribuye a aliviar la tos.
- Usa miel: Añadir miel a las bebidas templadas como agua, leche o diferentes tipos de infusiones puede ser altamente eficaz para reducir los efectos de la tos. El hecho de endulzar una bebida produce endorfinas y consecuentemente reduce el dolor.
- Jengibre: Se trata de un alimento natural de gran valor contra el dolor ocasionado por la tos. Esto es debido al gingerol, una sustancia antiinflamatoria que contiene entre su composición y que actúa como analgésico.
Mezcla de plantas
Además de todos estos remedios caseros también podemos recurrir a una mezcla de plantas medicinales para reducir los efectos de la tos. En concreto, hablamos de una infusión con una cucharada sopera de saúco, manzanilla, tomillo y caléndula. Esta mezcla podría ayudar a mitigar la irritación de garganta y aliviar la tos.
Su preparación es sencilla, puesto que únicamente tendrás que hervir estos ingredientes en agua durante cinco minutos. Posteriormente, deja reposar durante 10 minutos y cuela la infusión antes de servir. Cómo hemos comentado anteriormente, añadir un poco de miel podría aumentar los efectos de este remedio.