‘El Intermedio’, presentado por El Gran Wyoming, es uno de los programa de televisión que más años llevan en la parrilla televisiva, pues se estrenó en marzo de 2006. Esta temporada cuenta con una nueva colabora que conoce bien a las personas con discapacidad, como es Inés Rodríguez, que es una logopeda de Tenerife que cuenta con muchos seguidores en redes sociales, siendo catalogada como una influencers con discapacidad
Para el sector de la discapacidad, es muy importante que la televisión cuenta con colaboradores como Inés, ya que es una forma de mostrar la diversidad que existe entre las personas con discapacidad. Su sección, denominada ‘El diario de Inés’.
5 cosas que no debemos hacer cuando nos dirigimos a alguien con discapacidad
En una de sus primeras intervenciones en el programa, señalo una serie de consejos que no se deben de llevar a cabo cuando se habla con una persona con discapacidad.
🔴 Y esta temporada contaremos con una nueva colaboradora: @Inusu_al
En ‘El diario de Inés’ nos explica las cosas que no deberíamos hacer cuando nos dirigimos a alguien con discapacidad. #elintermedio pic.twitter.com/Gemey7w4h0
— El Intermedio (@El_Intermedio) September 2, 2024
Tratarlos como héroes
En muchos casos se trata a las personas con discapacidad como héroes, pero como dice Inés: «Yo heroína no soy, eslatigirl ya me gustaría, pero no me pasa».
«Entonces, que me digas que soy una campeona, que soy una reina o una valiente, pues sí, lo soy, pero por aguantarte. Y por aguantar la precariedad laboral, la sociedad patriarcal en la que vivimos, el precio del alquiler, por eso si que soy una heroína», señala la logopeda.
Darles consejos médicos
El segundo consejos es no dar consejos médicos. «Que me pares por la calle para decirme que tu compañera de trabajo tiene una sobrina que le falta un pie a la que le vienen muy bien unas hierbas pues me está dando un poco igual», afirma.
«Si quisiera opiniones médicas iría al sitio oportuno para pedirlas, gracias», añade la activista.
Preguntar por la persona que le acompaña
Inés indica que tampoco se debe preguntar por su acompañante ya que, como expone, a veces va sola y eso no hace necesario que le pregunten dónde está su acompañante.
«A veces me pasa que voy sola a los sitios y si estoy perdida, yo te pregunto, no te preocupes. Pero que yo vaya sola no quiere decir que esté perdida, ya que muchas veces voy sola y la gente me pregunta: Oye, bonita, ¿con quien vas? Pues con el espíritu santo. Voy sola. Déjame vivir, por favor, Si necesito ayuda yo te la pido», añade.
Ayudarles cuando no lo piden
La logopeda también expone que no es necesario ayudar a las personas con discapacidad si estas no lo han pedido.
«Sé que a veces parece que me voy a caer y puede parecer que necesito ayuda. Créeme que, en general, si la quisiera te la pediría y, antes de dármela, estaría guay que me preguntases si la quiero, porque puede ser que la quiera o que no. Y no es no. A ver si nos queda claro ya, en todos los ámbitos posibles», sentencia.
Preguntar por otras personas con discapacidad
Finalmente, señalan que todas las personas con discapacidad no se conocen.
«No, las personas con discapacidad no somos un club. No nos conocemos entre todos. No conozco a tu sobrina Maribel que no tiene un pie. No nos conocemos entre todos. No tenemos grupo de WhatsApp para contarnos nuestras cosas», asegura entre risas.
La conclusión final a la que llega Inés «es que ante la duda, te calles. Que hablar está muy sobrevalorada y tu opinión casi nunca es necesaria».