La accesibilidad es un elemento cada vez más importante en nuestra sociedad. De hecho, los lugares exteriores públicos como plazas, parques y jardines, deben ser accesibles para asegurar que todas las personas, incluidas las que tiene discapacidad, puedan disfrutar y utilizar estos espacios de manera segura y cómoda. Esto no es algo que digamos nosotros, sino que la normativa española recoge que los espacios exteriores deben de cumplir con los principios de accesibilidad, aunque bien es cierto que no siempre se cumplen con los criterios establecidos.
Si hablamos de los lugares exteriores públicos como plazas, parques y jardines, deben ser accesibles para asegurar que todas las personas, independientemente de sus capacidades físicas, puedan disfrutar y utilizar estos espacios de manera segura y cómoda. En este sentido, en España existe una legislación firme en materia de accesibilidad, pero todavía existen espacios exteriores, tanto públicos como privados, que no cumplen con los criterios establecidos.
Desde Stannah España han señalado que «es necesario que las instituciones públicas de nuestro país trabajen en materia de igualdad en el acceso. Se debe mejorar la accesibilidad en la calle y en otras zonas exteriores para el uso y disfrute de todos sin excepción».
4 claves para hacer de los espacios exteriores públicos lugares más accesibles
Los expertos dicha compañía, referente mundial en soluciones de movilidad, sugieren una serie de soluciones prácticas para mejorar la accesibilidad de estos espacios:
- Eliminación de desniveles. Idealmente, los espacios exteriores no deberían tener desniveles, pero cuando estos son inevitables, es necesario añadir diversas soluciones que mejoren la accesibilidad, como rampas y pasamanos en aquellas zonas donde las escaleras puedan ser un impedimento.
- Instalación de sillas salvaescaleras. Para casos con desniveles muy pronunciados, la mejor alternativa son las sillas salvaescaleras, principalmente en aquellos casos en los que la inclinación sea mayor al 10%. Además, una silla salvaescaleras para exterior, como la diseñada por Stannah, es una solución segura que evitará que la persona tenga que enfrentarse a una escalera o a una rampa que pueden estar resbaladizas, siendo muy fácil de utilizar.
- Acondicionamiento del pavimento. En numerosas ocasiones, las calles presentan una pendiente demasiado pronunciada y, como complemento a las plataformas salvaescaleras, se debe acondicionar el pavimento para garantizar el tránsito seguro y estable de los peatones, incluyendo aquellos con movilidad reducida. Para ello, es recomendable optar por suelos antideslizantes y uniformes.
- Creación de zonas de descanso. Este espacio permite a las personas detenerse y disfrutar del ambiente sin ningún tipo de preocupación. Además, en parajes naturas se deberían adaptar las superficies para que sean firmes y estables, lo que mejora significativamente la accesibilidad en parques y áreas recreativas.
Además de los espacios públicos, las terrazas o patios privados también pueden suponer una dificultad para personas con movilidad reducida. Para minimizarla, existen diversas medidas que se pueden adoptar para mejorar su accesibilidad. Por ejemplo, para acabar con los desniveles que pueden existir en accesos al patio privado, se puede apostar por sillas salvaescaleras de exterior, que resisten las inclemencias del tiempo. Igualmente, es aconsejable optar por suelos antideslizantes y uniformes. «Adaptar la vivienda aumenta su valor de mercado, ya que solamente el 1% de las viviendas en España cumple con los criterios de accesibilidad universal», concluye Alberto Badás.