Cuando hablamos de accesibilidad, la mayoría de gente piensa en accesibilidad física, provocada por las barreras del entorno. Y muchas veces se deja de lado otros conceptos importantes como la accesibilidad cognitiva, para que el mundo sea más fácil de entender.
Para quien no la conozca, la accesibilidad cognitiva es la propiedad con la que cuentan los entornos, edificios, procesos, bienes, productos, servicios, objetos, herramientas, instrumentos, tecnologías y dispositivos que son fáciles de entender.
Los ejemplos más claros de accesibilidad cognitiva que nos podemos encontrar es la adaptación de documentos a lectura fácil; el uso de pictogramas para señalizar; o utilizar un lenguaje claro, etc.
Los expertos en la materia señalan que la accesibilidad cognitiva debe de estar presente en textos, carteles, tecnología y pictogramas para que todas las personas puedan entenderlos fácilmente. El objetivo de la accesibilidad cognitiva es hacer el mundo más fácil de entender.
Además, la accesibilidad cognitiva es un derecho que se recoge en la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Esta accesibilidad hace más fácil la vida a las para personas con discapacidad intelectual o con autismo, pero hace la vida más fácil a todo el mundo: niños, personas mayores y/o personas de otros países que hablan una lengua diferente
3 iniciativas para facilitar la accesibilidad cognitiva
Existen multitud de formas para desarrollar la accesibilidad cognitiva, siendo las más populares las siguientes:
- Lectura fácil
- Contenidos digitales comprensibles y accesibles
- Apoyos para la comunicación social
- Lenguaje claro
- Señalización comprensible
- Criterios medioambientales
Pero en este artículo vamos a desarrollar tres de estas iniciativas que han sido destacadas desde la Fundación Adecco.
Lectura fácil
Dentro de la accesibilidad cognitiva, uno de sus puntos fuertes es la lectura fácil que es una especie de adaptación para hacer más accesible la información a las personas con dificultades de compresión lectora. De esta manera se busca que todas las personas pueden comprender los contenidos de forma sencilla.
De hecho, norma UNE define la lectura fácil como «el método que recoge un conjunto de pautas y recomendaciones relativas a la redacción de textos, al diseño y maquetación de documentos y a la validación de la compresibilidad de los mismos, destinado a hacer accesible la información a las personas con dificultades de comprensión lectora».
Con la lectura fácil se consigue:
- Acceso a la información, la cultura y la literatura.
- Fomenta la lectura en personas que no tienen hábito de leer o no han tenido posibilidad
- Permite participar en la sociedad y tomar decisiones propias.
Cuando se escribe en lectura fácil se selecciona la información más importante, sin que se pierda el sentido que el autor original había dado al texto. Todos los textos en lectura fácil deben de llevar acompañado el pictograma de lectura fácil.
Un reto para las empresas es adaptar toda su producción de textos a lectura fácil: desde las nóminas hasta su Memoria de Responsabilidad social o los diferentes apartados de su página web.
Wayfinding con pictogramas o símbolos
Esta iniciativa se basa en la adaptación de carteles y señales para que todas las personas que transitan por el edificio puedan entenderlos de forma sencilla. Un ejemplo es la señalización con pictogramas o símbolos, además del texto. Todo ello para mejorar la accesibilidad cognitiva.
Diseño de Tecnología accesible
La última iniciativa que destacan es la más costosa de realizar, a través de adaptaciones para permitir el uso de la tecnología para las personas con discapacidad o con determinadas dificultades. En este caso se centran en apostar desde el principio por diseños y formatos accesibles.
Los expertos destacan que la apuesta por la tecnología accesible hace que sea más fácil usar los dispositivos y aparatos que se usan a diario, como el móvil, la televisión, la lavadora o el ordenador.
Desde Fundación Adecco destacan que la accesibilidad cognitiva permite, por ejemplo, que el proceso de compra online de una empresa de e-commerce sea sencillo o que la lavadora tenga una programación intuitiva, de modo que su funcionamiento sea fácil y comprensible para cualquier persona.