El deporte es un vehículo idóneo para reforzar la inclusión de las personas con discapacidad a través de la inclusión. También sirve para para fomentar hábitos saludables, así como promover y reforzar valores sociales, claves para vivir en comunidad. Eso sí, según los expertos, los datos reflejan que la práctica deportiva universal todavía es una meta por alcanzar. En este sentido, la integración de las personas con discapacidad es cada vez mayor en la esfera deportiva profesional, pero cuando se trata de inclusión, la situación es muy distinta.
Mientras los organismos deportivos oficiales reconocen y fomentan la participación de deportistas con discapacidad al más alto nivel a través de los Campeonatos de España Inclusivos Absoluto, impulsados desde algunas federaciones con el apoyo de Fundación Sanitas, hoy en día no existen competiciones profesionales de deporte inclusivo, una modalidad en la que se eliminan las barreras físicas y deportistas con y sin discapacidad compiten en igualdad de condiciones.
«El deporte inclusivo es un reflejo del progreso social. Por ello es importante impulsarlo, especialmente desde las instituciones. La profesionalización del deporte inclusivo no solo supone una mayor accesibilidad al deporte por parte de las personas con discapacidad, sino también construir la base para un deporte y una sociedad más justa para las nuevas generaciones». Así lo asegura Yolanda Erburu, directora general de Fundación Sanitas.
En este camino hacia la profesionalización y el reconocimiento del deporte inclusivo, se han logrado hitos que marcan el paso hacia una nueva era deportiva. Ejemplo de ello son los I Juegos Inclusivos, impulsados por Fundación Sanitas junto a:
- Consejo Superior de Deportes (CSD)
- Comité Olímpico Español (COE)
- Comité Paralímpico Español (CPE)
- Federaciones deportivas y de la discapacidad
Este evento, en 2021, congregó por primera vez en la historia a más de 170 deportistas olímpicos y paralímpicos españoles en una competición inclusiva.
3 claves para impulsar el desarrollo del deporte
A continuación vamos a desarrollar un tipo de acciones que son clave para impulsar el desarrollo del deporte, y con él, el de la sociedad.
En primer lugar, destacamos la mayor visibilidad y conocimiento del deporte. El reconocimiento de la modalidad inclusiva supone abrir la puerta a nuevas competiciones nacionales e internacionales y, por lo tanto, dar una oportunidad a la sociedad de conocer nuevas disciplinas y modalidades deportivas.
Por otro lado se puede señalar el fomento de la profesionalización del deporte en nuestro país. En 2021 había 3.368.188 licencias federativas en nuestro país, según datos del CSD, siendo la mayoría de ellas de deportistas sin discapacidad. Además, la mitad de estas licencias se concentran en apenas cuatro deportes (fútbol, baloncesto, deportes de montaña y golf). En este sentido, el reconocimiento del deporte inclusivo fomentaría un aumento de las licencias y el crecimiento de los deportistas profesionales.
En último lugar destacamos la formalización de la discapacidad. A pesar de que el deporte adaptado permite a las personas con discapacidad ser parte de la élite deportiva, la distinción de categorías sigue perpetuando los estereotipos y los prejuicios, a diferencia del deporte inclusivo que integra a las personas, normalizando la discapacidad, demostrando que en el deporte no hay diferencias y, sobre todo, estableciendo un importante ejemplo para las nuevas generaciones.