La tarjeta de crédito es un documento de importante valor que no solamente debemos cuidar y proteger, si no que además es conveniente conocer cómo se realiza un uso seguro. Por tanto, las personas que reciben su primera tarjeta de crédito deben tener claro una serie de conceptos.
En concreto, tener una tarjeta de crédito otorga potestad a una persona para manejar el dinero que se encuentra asociada a dicha tarjeta. Aunque sus condiciones de uso parecen sencillas, es necesario tener todas las nociones claras para evitar caer en errores de principiante.
Principalmente, una tarjeta de crédito conlleva un uso responsable de la misma. De lo contrario, pueden surgir diferentes inconvenientes de ámbito económico.
3 claves a conocer con la primera tarjeta de crédito
Para ofrecer una pequeña ayuda a aquellas personas que se estrenan con una tarjeta de crédito, desde ‘BBVA’ exponen una serie de recomendaciones a tener en cuenta. Concretamente, tres claves ideales para un uso responsable de esta tarjeta:
- Es habitual que la primera tarjeta de crédito presente una cuantía económica austera, debido a que está dirigida a personas con un historial crediticio limitado o nulo. Sin embargos, existen diferentes variedades de esta tarjeta que permiten obtener beneficios que se puede aprovechar.
- Normalmente, cada entidad bancaria procede emitiendo a la persona titular un informe mensual sobre la actividad de la tarjeta de crédito. De forma específica, se añaden los gastos realizados y el crédito disponible utilizado. Es una herramienta ideal para organizar posibles gastos futuros.
- Los intereses son evitables. Lo recomendable es pagar la factura en su totalidad para evitar cualquier tipo de interés.
Posibles gastos de la tarjeta
Además, a la hora de obtener una tarjeta de crédito, hay que tener en cuenta que conlleva una serie de costes fijos asociados al uso incorrecto de este elemento. Se trata de comisiones a las que debe responder el titular de la tarjeta por ‘incumplir’ algunas de las normas establecidas previamente por la entidad bancaria.

Por un lado encontramos la comisión por descubierto o excedido. Esto ocurre cuando el titular supera el límite de uso de tarjeta sin contar con saldo específico. De ahí, que se incida en la importancia de hacer un uso responsable de la tarjeta.
Normalmente, al retirar dinero en un cajero automático de la entidad bancaria asociada a la tarjeta no se añade ningún gasto adicional; algo que si puede ocurrir al retirar dinero en un cajero de otra entidad bancaria diferente.
También podría ocurrir que su banco le cobre una comisión concreta por el traspaso de fondos de una tarjeta a otro. Esta es una medida que depende de la política de la entidad bancaria y que también podría constituir un gasto fijo.
Por último, también debemos resaltar la comisión por reclamación de impago. Es decir, la entidad bancaria tiene el derecho de cobrar el importe fijo en concepto de comisión siempre que se produce una reclamación por saldo impagado. Suele ocurrir con los préstamos.