Anualmente se detectan 120 ictus infantiles que dejan secuelas en el menor de por vida, por ello el hospital La Fe de Valencia en su planta de neuropediatria va a empezar a atenderles mediante el protocolo de atención al ictus infantil, que fue creado en 2012 en Valencia.
Como ha explicado Miguel Tomas neuropediatra y coordinador del Protocolo de Atención del Ictus Infantil, en cada comunidad autónoma deberá haber un hospital de referencia para estos casos, en Valencia y Castellón es el Hospital La Fe, y para Alicante se reconoció a otro hospital.
Así cuando entre por urgencias un menor con un posible ictus, el hospital si no es ya el de referencia, deberá de contactar con el que lo sea en menos de 4 horas para exponerle el caso, y ver si se le debe aplicar el tratamiento de fibrinólisis o la terapia intravascular, que es como se trata en los pacientes adultos, y con ello minimizar las posibles secuelas que se pueden presentar después de haber padecido un ictus.
Es la primera causa de fallecimiento pediátrico.
Y subrayo que no hay que olvidar que es la primera causa de fallecimiento pediátrico, al igual que es la que a lo largo de la vida le puede producir una discapacidad, por ello se ha demostrado que el diagnóstico precoz en adultos y el inicio del tratamiento también rápido en unidades con experiencia en ictus mejora el pronóstico del paciente, por lo que los niños también deberían beneficiarse de este tratamiento precoz, ya que tienen más plasticidad neuronal que ayuda a su recuperación, pero también tiene el inconveniente que las secuelas que les deja de por vida, les puede afectar al desarrollo psicomotor y cognitivo.
Por ultimo para poder atender en condiciones a los niños, hay que tener una formación específica sobre los ictus infantiles, debido a que sus síntomas no son iguales a los de los adultos, aunque en parte comparten la pérdida de fuerza, dificultad de habla, pero los menores también suelen sufrir por ello convulsiones, además una gran mayoría sufren una patología seria previa como son las cardiopatías congénitas, enfermedades sanguíneas, y niños oncológicos en tratamiento.