Un estudio realizado por investigadores del Brigham and Women’s Hospital de Boston ha demostrado que la vitamina D ayuda a reducir el riesgo de padecer cáncer avanzado. Una reducción mucho más incidente en personas con un índice de masa corporal normal.
La vitamina D se obtiene en gran medida de la luz solar, por ello diferentes estudios epidemiológicos han confirmado habitualmente que la tasa de muerte por ciertos tumores en personas que viven cerca al ecuador es mucho menor.
Además, también ha quedado patente en investigaciones realizadas con ratones, que esta vitamina ralentiza la progresión del cáncer. Aunque hasta el momento los ensayos clínicos con seres humanos no han confirmado esta tendencia esperanzadora descubierta en roedores.
La vitamina D favorece la reducción del cáncer
Sin embargo, el estudio realizado por el Brigham and Women’s Hospital de Boston trae noticias optimistas en relación a una enfermedad tan mortal como el cáncer. Según la investigación, los suplementos de vitamina D pueden provocar la reducción general del cáncer metastásico.
Los hallazgos confirman que los componentes de esta vitamina se asociaron con una reducción general del 17 % del riesgo de cáncer avanzado. No obstante, el índice de masa corporal puede jugar un papel fundamental en este tipo de procesos, lo que arroja una influencia entre la vitamina D, masa corporal y la reducción del riesgo de padecer cáncer metastásico.
La autora de este prometedor estudio, Paulette Chandler, epidemióloga de la División de Medicina Preventiva de Brigham señalo que «estos hallazgos sugieren que la vitamina D puede reducir el riesgo de desarrollar cánceres avanzados”.
Además, explicó que “la vitamina D es un suplemento que está fácilmente disponible, es barato y se ha utilizado y estudiado durante décadas. Nuestros hallazgos, especialmente la fuerte reducción del riesgo observada en personas con peso normal, proporcionan nueva información sobre la relación entre la vitamina D y el cáncer avanzado”.
La masa de corporal, vitamina D y reducción del cáncer
Tras la realización del estudio, una de las evidencias que sacaron en claro los investigadores es que la masa corporal de la persona puede influir en la incidencia de esta vitamina para reducir el riesgo de cáncer metastásico.
En ensayos clínicos de vitamina D y otras enfermedades como la diabetes tipo 2, las personas con un peso normal obtenían un gran beneficio al ingerir esta vitamina. Sin embargo, en las personas obesas no se pudo intuir ninguna mejora saludable.
«Nuestros hallazgos, junto con los resultados de estudios anteriores, respaldan la evaluación en curso de los suplementos de vitamina D para prevenir el cáncer metastásico, una conexión que es biológicamente plausible”, sentencia la doctora Chandler.
Los paciente con cáncer presentan habitualmente deficiencia de vitamina D. Y además, también ha quedado demostrado la evidencia de las personas obesas o con una masa corporal por encima de su peso idóneo tienen un mayor riesgo de padecer diferentes tipos de cáncer.
El sol es una gran fuente de obtención
Los rayos de sol son una de las fuentes más determinantes de vitamina D. Cuando exponemos nuestro cuerpo al sol la piel produce vitamina D al recibir los rayos solares. No obstante, si tomamos el sol desde ambientes interiores o a través de una ventana, el cuerpo no es capaz de generar la vitamina. Si bien, otros factores como los días nublados, sombra o un color de piel oscuro reducen la producción de este nutriente, a pesar de exponernos a la luz solar.
Sin embargo, es necesario no abusar de la exposición a los rayos solares, a pesar de sus beneficios para la piel y capacidad de producir vitamina D en nuestro organismo. Tomar el sol durante un largo periodo de forma prolongada puede ocasiones severos problemas cutáneos e incrementa el riesgo de sufrir cáncer de piel.