La estructura nutricional del ser humano requiere de una serie de vitaminas para que el organismo desarrolle sus funciones correctamente. Entre las vitaminas más importantes, destaca la vitamina D, la cual se ha demostrado tiene una importancia capital en el sistema inmunológico.
Además, en los últimos meses, este micronutriente ha adquirido una prominencia inusual debido a la pandemia del Covid-19. Algunos estudios, como el trabajo de investigación realizado por la Universidad de Cantabria, han determinado que el 80% de los pacientes con Coronavirus presentan deficiencia de vitamina D.
No obstante, a pesar de los diversos estudios que relacionan este micronutriente con el virus pandémico, ninguna institución u organismo autorizado, ha confirmado la incidencia de la vitamina D en el comportamiento del Coronavirus en el organismo.
No obstante, la vitamina D si tiene incidencia en una enfermedad como la esclerosis múltiple. Estudios recientes han vinculado el desarrollo de la esclerosis múltiple con los niveles de vitamina D en el organismo. Y es que esta vitamina actúa de forma crucial en la absorción de calcio; además de regular el sistema inmunitario, suprimiendo el desarrollo de células inflamatorias asociadas con la actividad de la esclerosis múltiple.
Así, según estos últimos estudios, recogidos por la Fundación de Esclerosis Múltiple, contener unos niveles elevados de vitamina D está relacionado con una actividad menor de la esclerosis múltiple, así como una disminución en la progresión de la enfermedad.
La vitamina D influye en el desarrollo de la esclerosis múltiple
Tal y como informa la Fundación Esclerosis Múltiple, la vitamina D se encarga de equilibrar la transmisión de calcio a los huesos. Así, el déficit de esta vitamina tiende a generar huesos frágiles y proclives a fracturarse con facilidad. Es más, la deficiencia de la vitamina D en el organismo es una de las causas principales de enfermedades óseas como la osteoporosis, raquitismo u osteomalacia.
Para entender la importancia de la vitamina D en la esclerosis múltiple también es necesario conocer que se trata de un micronutriente esencial para el funcionamiento del sistema inmunológico. Entre otras cosas, favorece la prevención de enfermedades autoinmunes.
Así, teniendo en cuenta todos estos factores, prestigiosos estudios avalados por la Fundación Esclerosis Múltiple aseguran que albergar niveles óptimos de vitamina D después de sufrir un primer episodio leve de esclerosis múltiple puede constituir una disminución del riesgo de desarrollar la mencionada patología.
Además, unos niveles idóneos de vitamina D durante el embarazo y en los primeros años de vida del niño, pueden ser un factor diferencial para rebajar las opciones de desarrollar esclerosis múltiple en un futuro. Estamos ante un micronutriente esencial para esta enfermedad.
En este sentido, expertos del Observatorio de Esclerosis Múltiple recomiendan utilizar tratamientos basados en suplementos de vitamina D en personas con esclerosis múltiple; debido a los beneficios que está puede suponer para el organismo y teniendo en cuenta que los efectos adversos para el paciente son mínimos.
Vías de obtención
La vitamina D es un micronutriente esencial para la vida. Y además, también se ha constatado su importancia en una enfermedad grave para el ser humano como la esclerosis múltiple, por lo que es necesario contar con unos niveles adecuados de esta molécula en el organismo.
Existen dos principales vías de obtención de este micronutriente. Por un lado, la podemos obtener gracias a la alimentación y a consumir productos como pescados grasos, hígado vacuno, queso, yema de huevo o marisco. Generalmente, esta molécula se alberga en las zonas grasas de los alimentos.
Otra fuente de obtención es el sol. La piel expuesta a los rayos ultravioletas del sol tiene la capacidad de generar vitamina D por si misma. Aunque es necesario limitar la exposición al sol, para evitar la aparición de enfermedades cutáneas en un futuro.