El Alzheimer es una enfermedad del campo de la neurología. Está considerada la demencia primaria más común en la sociedad actual y suele desarrollarse de forma progresiva afectando a diferentes funciones cognitivas y conductuales en el organismo.
Si bien, el síntoma más reconocido entre los ciudadanos es el de pérdida o fallos de memoria. Esto es algo que suele ocurrir al inicio de la aparición de la enfermedad, aunque luego aparecen nuevos síntomas que definirán la demencia concretamente.
Los pacientes con Alzheimer presentan unas características neurológicas en el cerebro muy características. Se puede observar pequeños ovillos neurofibrilares, los cuales son claves para el diagnóstico de esta enfermedad. Además, también se puede vislumbrar una degeneración granulovacuolar. Es decir, las neuronas aparecen en vacuolas agrupadas.
Esta enfermedad del ámbito de la neurología es una de las patologías más graves a las que se enfrenta en la actualidad los seres humanos de todo el mundo. Así, como factores de riesgo para su desarrollo destacan los antecedentes familiares, factores de riesgo vascular y los TCE graves.
Tratamiento para el Alzheimer
El Alzheimer es una enfermedad que no tiene cura en la actualidad. Sin embargo, durante los últimos años, la comunidad científica ha conseguido descubrir diferentes tratamientos para aliviar los síntomas propios de esta patología para los pacientes.
Generalmente, el tratamiento de esta enfermedad neurológica se sustenta en dos pilares imprescindibles. Hablamos de un tratamiento no farmacológico y un tratamiento farmacológico.
Tratamiento no farmacológico
La estimulación cognitiva del paciente es un aspecto fundamental en las fases iniciales de la enfermedad. Éste tratamiento consiste en realizar una serie de actividades que tienen como finalidad fomentar las funciones cognitivas afectadas por la enfermedad.
Es algo que se puede realizar de forma grupal o individual. Si bien, cuando se lleva a cabo en sesiones grupales, es conveniente que todas las personas presenten un nivel cognitivo y educacional similar.
Otras terapias no farmacológicas se basan en la musicoterapia, terapia con expresiones artísticas o incluso con animales.
Tratamiento farmacológico en neurología
En la actualidad encontramos varios tratamientos farmacológicos para tratar esta enfermedad. Principalmente destacan dos grupos de tratamientos específicos: Los inhibidores de colinesterasa y los antagonistas del NMDA.
Por una parte, los inhibidores de colinesterasa demuestran una eficacia en los síntomas del Alzheimer y tienen una actividad modificadora de la enfermedad limitada. El primer fármaco de este aspecto que se comercializó fue la tacrina. Si bien, actualmente no se utiliza debido a los efectos secundarios que puede originar en los pacientes.
Actualmente como fármacos de tratamiento del Alzheimer se utilizan los siguientes:
- Donepezilo: Se ingiere por vía oral y ocasiona un beneficio cognitivo global y eficacia sobre algunos síntomas neuropsiquiátricos.
- Rivastigmina: Mejora la cognición y la realización de actividades cotidianas. Está disponible por vía oral y mediante parches.
- Galantamina: También provoca efectos positivos en la atención y retrasa los síntomas neuropsiquiátricos.
Si bien, todos estos fármacos comparten los mismos efectos secundarios, como pueden ser náuseas o vómitos. En pacientes predispuestos y de forma excepcional pueden aparecer arritmias cardíacas.
Entre los antagonistas de los receptores anti-NMDA encontramos la ‘Memantina’. Produce efectos beneficiosos en la función cognitiva y en la conducta del paciente. Entre los efectos secundarios destaca el mareo, dolor de cabeza, estreñimiento o confusión.
Así, la comunidad científica sigue afrontando el reto de buscar nuevos tratamientos efectivos contra el Alzheimer, así como dar con una cura para esta enfermedad perteneciente al campo de la neurología.