El próximo fin de semana se cumple un año desde que se decretó el Estado de Alarma y comenzó el confinamiento. Desde entonces, las mascarillas se han convertido en parte de nuestro atuendo. Tanto es así que ya podemos encontrar mascarillas de todas las formas y colores posibles. Es parte de nuestro día a día, al igual que el gel desinfectante. Sin embargo, aún muchas personas se preguntan por qué tienen que seguir llevando mascarilla después de haber recibido la vacuna ya que, aunque siguen siendo portadores del virus, la infección en ellos no es tan letal.
Ante esta situación, el Gobierno ha querido explicar los motivos por los cuáles siguen obligando a los ciudadanos a llevar mascarillas y cuándo puede ser la fecha definitiva para dejar de llevarlas.
¿Por qué hay que seguir llevando mascarillas?
La respuesta a esta pregunta es bastante sencilla y es que, como se ha anunciado desde el Gobierno, la clave está en la precaución y en seguir protegiendo a todos aunque algunas personas ya sean inmunes al coronavirus.
Como ya se ha explicado en diferentes ocasiones, estar vacunado no significa que no se pueda contagiar el virus. Es por eso por lo que llevar puesta la mascarilla sigue siendo muy importante, para evitar que otras personas que aún no son inmunes acaben infectadas por la COVID-19.
Así que, hasta nuevo aviso, las mascarillas seguirán siendo obligatorias para prevenir. Igualmente, también se recomienda seguir manteniendo el lavado de manos de forma frecuente, la distancia de seguridad, la limitación de personas en lugares cerrados y el hecho de permanecer en casa el mayor tiempo posible, especialmente si existe la sospecha de un posible positivo.
¿Hay fecha para el fin de la mascarilla?
Son muchas las personas que se preguntan cuándo dejaremos de llevar mascarillas por la calle, especialmente en el caso de las personas que ya están vacunadas e inmunizadas. La eliminación de las mascarillas obligatorias se hará siguiendo todas las medidas preventivas posibles, es decir, cuando vayan disminuyendo los contagios y se pueda permitir un modo de vida «normal». En ese momento será cuando las mascarillas dejarán de ser de uso obligatorio.
«Cuantas más personas se vayan inmunizando, menor probabilidad habrá de que el resto (en particular los más vulnerables a padecer enfermedad grave) se expongan al virus, o al menos a altas cargas víricas», cita la página del Gobierno en la que se atreven a hablar de un tiempo concreto para el fin de estas precauciones ante el coronavirus.
Si se siguen los ritmos de vacunaciones actuales, es posible que podamos decir adiós a las mascarillas el próximo verano. Se espera que esto ocurra en el momento en el que se hayan inmunizado los mayores de 40 años y los profesionales en riesgo de contagio directo.
Hasta que llegue ese momento, las instituciones siguen recomendando cautela y mucha precaución para eliminar cualquier riesgo posible y para seguir bajando la tasa de contagio.
Movilidad interprovincial durante la Semana Santa en Andalucía
En la situación actual, donde existe un descenso notable de los contagios por la COVID-19, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha señalado la posibilidad de permitir la movilidad interprovincial durante la próxima Semana Santa. Eso sí, siempre y cuando los datos sigan mejorando y los contagios vayan a menos en todas las provincias de Andalucía. De esta forma, a pesar de ser una Semana Santa «especial», se permitirá a los ciudadanos ir a segundas residencias o visitar a familiares que se encuentren en otras provincias.
El vicepresidente, Juan Marín, se ha mostrado más cauto ante esta decisión de Juanma Moreno y defiende el confinamiento provincial.
Por el momento no sabemos si realmente permitirán los viajes entre provincias o si tendremos que quedarnos en casa como estos meses anteriores. Lo que sí sabemos es que, hasta ahora, la mascarilla seguirá siendo obligatoria.