Todos los días nos exponemos a diferentes riesgos que podrían costarnos muy caros para nuestra salud. El hecho de coger el coche, puede parecer una tontería, pero un mal accidente de tráfico puede provocarnos graves lesiones, que sin rehabilitación, podrían convertirse en irreversibles.
Por este motivo, la rehabilitación es clave para la cura de un paciente para poder curarse de una lesión, o minimizar las secuelas. Eso sí, este proceso siempre suele ser un camino largo y complicado hasta volver a estar como antes de haber sufrido el accidente.
Así, la rehabilitación es una necesidad que puede surgir tanto en lesionados graves como en aquellos más leves. Según los datos expuestos en el portal de seguros ‘Estamos seguros’, más de 100.000 personas cada año requieren servicios de rehabilitación costeados por el propio seguro. Cada hora del año, la factura de estas sesiones de rehabilitación suben en 2.500 euros. Esto se debe porque cada año las sesiones de fisioterapia que son necesarias para los lesionados en accidentes de tráfico rondan los 1,3 millones.
Debemos ser conscientes que sin rehabilitación y sin la labor de los fisioterapeutas, la curación de los lesionados en accidentes de tráfico se estaría dejando 100.000 personas atrás cada año. Por lo tanto, hemos de poner en relieve la importante labor de este colectivo que salva la vida a miles de personas en España al año.
Lesiones propias de un accidente de tráfico
Los accidentes de tráfico no son para nada una tontería. Si bien, es cierto que el número de accidentes se encuentra en reducción, pues los controles de la DGT, las nuevas medidas de tráfico y el mejor equipamiento de los coches para aguantar accidentes, hace que los accidentes no sean tan mortales como hace unas décadas. Sin embargo, el hecho de tener un accidente nos hará pasar por la rehabilitación casi con toda seguridad.
Una de las lesiones más habituales es el conocido como latigazo cervical. Esta dolencia se produce por un movimiento brusco hacia delante de la cabeza para retroceder de forma violenta a consecuencia de un accidente. Por este motivo, se pueden producir diferentes lesiones que afectan a la columna vertical como por ejemplo:
- Aplastamientos discales.
- Distensiones.
- Roturas de ligamentos.
- Espasmos musculares.
- Compresiones nerviosas.
Por lo general, los síntomas no aparecen de forma inmediata tras el accidente, soliendo surgir pequeñas molestias o rigidez. Sin embargo, pasadas unas horas después del accidente podemos experimentar:
- Dolor cervical.
- Limitación de la movilidad.
- Cefaleas y mareos.
- Hormigueo en extremidades.
- Debilidad y falta de fuerza en el cuello.
¿Cómo prevenir un latigazo cervical?
En este sentido, para poder prevenir un latigazo cervical, la lesión más común en un accidente de tráfico leve, debemos intentar seguir los dos siguientes consejos:
- Intenta que el reposacabezas esté en línea con la parte superior de la cabeza, a la altura de los ojos, y lo más cerca posible de la cabeza pero sin llegar a apoyarla.
- Ajusta el respaldo del asiento para que esté lo más vertical posible, apoyando toda nuestra espalda en él para evitar lesiones en la columna.
Después de un traumatismo de este tipo, lo primero que debemos de hacer es descartar lesiones graves. Así, debemos de realizarnos una radiografía cervical donde descubriremos si existen lesiones óseas o ligamentosas importantes que precisen de inmovilización prolongada y empezar la rehabilitación física cuanto antes.
En este caso, la fisioterapia juega un importante papel en disminuir el dolor y mejorar la movilidad cervicodorsal. Para ello, los fisioterapeutas pueden emplear multitud de técnicas como la terapia miofascial, la inhibición de puntos gatillos o osteopatía, entre otros ejercicios que nos ayudarán a recuperar nuestro estado físico después de un accidente de tráfico.