En el mundo existe un amplio abanico de posibilidades para quitarte esos kilos de más que tanto te incomodan. Hay algunas que científicamente no tienen ningún beneficio ni en tu cuerpo ni en tu objetivo final, por lo que es importante que si quieres bajar de peso elijas una de las muchas dietas que realmente te van a ayudar.
La dieta paleo, la dieta cetogénica cíclica, la dieta hipocalórica, la dieta por puntos, la proteica, la alcalina o la detox. Todas ellas tienen en común el hecho de ser milagrosas y que en poco tiempo vas a conseguir eliminar la mayor parte de grasa que sobra en tu cuerpo. Pero hay algunas que no te benefician en absoluto para conseguir tu meta final y solo ves los resultados durante un corto período de tiempo.
La dieta con bajo contenido en hidratos de carbono está ganando terreno a medida que pasa el tiempo y se van conociendo sus ventajas con respecto a las demás. Aunque como todas, también tiene sus inconvenientes a largo plazo. Así que lo más importante es que le pongas ganas, seas constante y combines cualquiera de ellas con ejercicio físico.
Qué ventajas tiene la dieta baja en hidratos de carbono para perder peso
La dieta con bajo contenido en hidratos de carbono tiene sus ventajas y sus inconvenientes como todas las demás. Y es que a la larga puede ser que no sea muy efectiva si cambiamos nuestra alimentación repentinamente. Por ello es importante que antes de hacer cualquier cambio en tu dieta lo consultes con un especialista que te aconseje qué es lo mejor para ti.
Esta dieta en concreto se basa en la reducción de alimentos con un alto contenido en hidratos de carbono. Por el contrario, vamos a incluir productos que tengan altos niveles de proteínas y grasas. Esto puede tener algunas ventajas en nuestro cuerpo, como prevenir enfermedades como la diabetes tipo 2 o el síndrome metabólico.
La pérdida de peso cuando se lleva a cabo una dieta de este tipo, proviene de que al tener una menor ingesta de hidratos de carbono nuestro cuerpo va a requerir de menos insulina. Por lo tanto las grasas acumuladas que se almacenan en nuestro organismo también se van a reducir.
Esta reducción de ingesta de carbohidratos tiene que verse combinada con un aumento de alimentos ricos en grasas y proteínas. Por lo que los expertos aconsejan que estos deben estar compuestos de grasas saludables.
Verduras, leche y legumbres son alimentos fundamentales en esta dieta
Hay tres tipos de alimentos ricos en carbohidratos que tenemos permitido consumir si estamos realizando este tipo de dieta. Los carbohidratos simples, refinados simples, naturales complejos y refinados complejos. Y es que en general esta dieta se basa en la ingesta de proteínas y en algunas verduras carentes de almidón.
Los carbohidratos simples que podemos incorporar en nuestra alimentación diaria son leche, verduras, frutas, granos y semillas. Por lo que todo aquello que esté fuera de estos productos puede hacernos no tener los resultados esperados en el tiempo deseado.
Aún así, con este tipo de dieta no está clínicamente comprobado que vayamos a perder kilos de manera efectiva. Ya que hay multitud de estudios que afirman que es muy eficaz a corto plazo, pero que al cabo de 1 o 2 años los resultados comienzan a no tener la misma efectividad. Ya que mayormente esta dieta te ayuda a perder peso porque tiene un efecto saciante que evitará que te pases de cantidad en tus comidas diarias, pero realmente no produce un gran cambio en tu organismo.