La dieta humana incluye diferentes compuestos, cuyos objetivos están ligados al funcionamiento del organismo.
Entre dichos compuestos se encuentran los oligoelementos; elementos químicos que de estar ausentes desencadenan enfermedades y peligrosos trastornos que ponen en riesgo la salud.
Cabe destacar, que se encuentran presentes en los alimentos de diferentes formas, teniendo funciones distintas dependiendo de su procedencia.
Por ejemplo, pueden ser de carácter elemental, hecho que les permite intervenir para que se lleve a cabo una reacción metabólica.
De igual forma pueden ser de carácter estructural, por lo cual se encuentran en el organismo formando estructuras.
En conclusión, sea cual sea la función que estén ocupando, los oligoelementos deben ser incluidos en su totalidad en la dieta para poder tener huesos sanos, prevenir el cáncer, estar lleno de energía, poder metabolizar correctamente los azúcares y garantizar el transporte de oxígeno por todo el cuerpo.
¿Qué son los oligoelementos?
Son elementos químicos esenciales, es decir, compuestos sin combinar que están inmersos en todos los alimentos incluidos en la dieta diaria.
Pueden hallarse con facilidad en sales minerales, aunque en muy pequeñas cantidades.
Respecto a su utilidad, pueden ser de carácter estructural, por lo que su comportamiento se basa en crear estructuras. Esto último es posible es posible bien sea porque están disueltos en los líquidos, o porque forman parte de las proteínas.
Igualmente pueden ser elementales, siendo su función la de intervenir específicamente en la realización de ciertas reacciones bioquímicas.
Por si aún te lo preguntas, los compuestos más conocidos son el calcio, yodo, hierro, zinc y cobalto.
Gracias a ellos es posible la regulación de los procesos digestivos, respiratorios, musculares, entre otros. Como consecuencia se insiste en llevar una dieta balanceada, para que las pequeñas dosis de oligoelementos requeridas nunca sean escasas.
Oligoelementos que deben existir en la dieta
Una dieta balanceada es sinónimo de buena salud, y por consiguiente disminuye las probabilidades de sufrir cualquier tipo de enfermedad.
La siguiente lista corresponde a los compuestos de este tipo más comunes.
Yodo
El yodo es el responsable del buen funcionamiento de la glándula tiroidea, así como de la segregación de sus hormonas; regulando el metabolismo basal y otros procesos.
Asimismo, dichas hormonas brindan energía, sintetizan muchas proteínas e influyen en la metabolización de hidratos de carbono, proteínas, entre otros.
Selenio
Sobre él aún se realizan muchas investigaciones, pero lo cierto es que son esenciales para que tanto los músculos como el sistema circulatorio funcionen bien.
De igual forma es calificado como un potente antioxidante.
En relación a los estudios que hoy se desarrollan en torno al selenio, se dice que podría prevenir el cáncer y las cataratas.
Silicio
El papel del silicio en la dieta es clave: Sin él no es posible la formación de huesos, el crecimiento y la calcificación de los mismos.
También tiene por objetivo ayudar a la cicatrización y su déficit es la principal causa de una piel en mal estado, uñas débiles y tejido frágil.
Cromo
Su función está relacionada en su totalidad con los azúcares, por cuanto ayuda a metabolizar y refuerza la acción de la insulina.
Cabe destacar que con la edad disminuye su contenido.
Cobalto
Forma parte de la vitamina B12 y sirve para regular el sistema neurovegetativo. Asimismo favorece la fijación de la glucosa en la sangre y sirve para proteger al sistema circulatorio.
Hierro
Sin el hierro la anemia hace acto de presencia, ya que es una proteína presente en la hemoglobina.
Gracias a ello el transporte del oxígeno y nutrientes es posible llegando a cada rincón del cuerpo.
Litio
El litio en la dieta es responsable del óptimo funcionamiento del sistema nervioso, previniendo todo tipo de padecimientos.
De igual forma, se considera que sirve para tratar la bipolaridad.
Zinc
Su ingesta es indispensable para el desarrollo de ciertos procesos, tales como los relacionados al sistema inmune.
Asimismo, permite el funcionamiento de ciertas hormonas y facilita el crecimiento.