Tener algunas salsas en casa es más habitual de lo que parece. Las salsas nos ayudan a dar un toque diferente a los platos tradicionales y, aunque hay muchas personas que se niegan a echar una salsa que camufle el sabor auténtico de los platos, son imprescindibles en muchos hogares, especialmente las más clásicas como la mayonesa o el tomate frito. Eso sí, a pesar de que su sabor encanta a todo el mundo, las salsas suelen añadir muchas calorías vacías a los platos, por lo que es importante tener cierta precaución con ellas.
La mayoría de salsas, como la mayonesa, contiene ingredientes cargados de calorías, como el azúcar. No obstante, al tener un sabor tan atractivo para el paladar, son muchos los que no se resisten a poner un poco en su plato. Además, según indica el sitio web Business Insider, las salsas consiguen dar una mayor vistosidad al plato, por lo que es un gran atractivo.
Las calorías de la mayonesa, el gran inconveniente de tomar esta salsa
Según se explica en El Universal, una cucharada pequeña de mayonesa contiene 70 calorías, 3 gramos de hidratos de carbono, 5 gramos de grasa y 3 gramos de proteínas. Eso sí, a pesar de que contiene una gran cantidad de calorías, el consumo de mayonesa y otras salsas de forma moderada no resulta perjudicial, por lo que no habría ningún problema a la hora de tomarlas (exceptuando el exceso de calorías).
Asimismo, es importante tener en cuenta que este tipo de salsas como la mayonesa se preparan con yema de huevo, vinagre de alcohol, colorantes, conservantes y azúcares, es decir, que se le añaden grasas poco recomendables para el organismo. Esto quiere decir que un abuso de las salsas puede generar sobrepeso y, a partir de ahí, otra serie de problemas.
Así que, en caso de querer tomar mayonesa de forma diaria, la mejor opción es hacerla de forma casera o optar por las versiones light. Aún así, los expertos recomiendan un consumo moderado de esta salsa.
Sobrepeso, un problema del siglo XXI
El índice de masa corporal (IMC) es el que indica cuál es nuestro estado, si nos encontramos en nuestro peso ideal, si tenemos sobrepeso e incluso si tenemos obesidad. Cuando el IMC es igual o superior a 25, tenemos sobrepeso, mientras que si sobrepasa el 30 significa que tenemos obesidad, un problema que se debe atajar de inmediato.
Los médicos señalan que lo ideal es estar entre los rangos normales ya que significa que se tiene un peso saludable. Es cierto que también es necesario tener en cuenta otras características de cada persona pero, por norma general, los estándares del IMC se adaptan a la realidad.
Las personas que tienen sobrepeso u obesidad pueden aumentar el riesgo de sufrir enfermedades de tipo cardiovascular e incluso cerebrovasculares. Asimismo, también se pueden ver afectados por una ceguera, una situación de diálisis e incluso amputación de miembros en los casos más complicados.
Perder peso no es un camino sencillo, especialmente si el nivel de sobrepeso es considerable, pero es necesario. Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, «bajar de peso en forma saludable no se trata solamente de seguir una dieta o programa. Es llevar un estilo de vida estable que incluya cambios a largo plazo en la alimentación diaria y los hábitos de ejercicio».