A lo largo de la historia, los servicios de rehabilitación apenas han tenido protagonismo para los diferentes gobiernos; especialmente para los que no tienen grandes posibilidades de inversión en salud, lo que produce que los servicios sanitarios estén mal coordinados y subdesarrollados.
Por lo general, el mundo está envejecido, por lo que cada vez se necesitan mejores sistemas de salud debido a las diferentes patologías que van surgiendo llegando a una determinada edad. Invertir en rehabilitación significa invertir en que las personas mantengan un nivel de salud óptimo; mejorando su estado físico e incrementando su posibilidad de participación en la vida diaria, ya sea en educación o en el trabajo. Además, fortalecer la rehabilitación es fundamental para responder a la creciente demanda que está teniendo esta práctica en los últimos años.
¿Cuál es el objetivo de la rehabilitación?
La rehabilitación tiene una serie de medidas que ayudan a los individuos a lograr y mantener un funcionamiento correcto de su físico con vistas a evitar una posible discapacidad en el futuro. De esta manera, la rehabilitación permite a quien la recibe a vivir, trabajar y aprender con pleno rendimiento. Evidentemente, la rehabilitación también cumple una importante labor para en frenar patologías relacionadas con el envejecimiento y destinadas a mejorar la calidad de vida.
La rehabilitación contribuye a la atención integral centrada en la persona. Es un componente integral de los servicios de salud, lo que garantiza que la gente pueda realizar con total potencial y funcionamiento sus actividades del día a día. De hecho, la rehabilitación también cumple un servicio para la prevención de deficiencias y desmejoras en la fase aguda de atención; como también para la optimización y el mantenimiento del funcionamiento en las fases de largo plazo y post-agudas de atención.
Esta práctica cumple un objetivo muy importante para los derechos humanos, que es la cobertura universal de la salud. Por lo tanto, deben realizarse todos los esfuerzos necesarios para poder incrementar la calidad, accesibilidad y asequibilidad de los servicios. Los esfuerzos para lograr estos servicios deben incluir acciones y políticas para mejorar la calidad de la rehabilitación; y así reconocer la importancia que tiene en la sociedad.
Por otra parte, las políticas tienen que intentar tratar el alcance y la intensidad de las necesidades de los servicios de rehabilitación. De esta forma, se debe intentar que nadie en el mundo tenga problemas para poder acceder a los servicios de rehabilitación, por lo tanto, debe intentar incluirse en el sistema de salud para garantizar la disponibilidad equitativa de los servicios.