Las personas necesitamos consumir de forma diaria una cantidad concreta de diferentes vitaminas y minerales. Cada uno de ellos son esenciales para el buen funcionamiento del organismo y para prevenir enfermedades de diferente índole. Entre ellas destaca la vitamina D.
Es un micronutriente de moda, pero siempre ha sido importante para la vida humana. Y es que en los últimos meses esta vitamina ha cobrado una gran relevancia dentro de la pandemia del Covid-19. Numerosos estudios han confirmado la evidencia de la incidencia de este molécula en el virus.
Un estudio realizado en la Universidad de Cantabria (Santander) comprobó que el 80% de los pacientes con Covid-19 tienen deficiencia de vitamina D. Además, un último trabajo de investigación realizado Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS) ha confirmado esta tendencia.
En algunos países como Reino Unido han recomendado a la población aumentar los niveles de vitamina D a moco de prevención frente al Covid-19. Una práctica que no se he realizado en España, ya que instituciones como la OMS no se han pronunciado al respecto.
Lo que si queda claro es que la vitamina D represente un micronutriente beneficioso frente a afecciones respiratorias. Si bien, es una vitamina esencial para la salud de los huesos y el correcto funcionamiento del sistema inmunológico.

Por otra parte, diferentes estudios han vinculado unos niveles óptimos de vitamina D a la reducción del riesgo de sufrir cáncer metastásico. Estos son solo algunos ejemplos de la trascendencia de este micronutriente en el organismo humano.
La deficiencia de vitamina D podría producir un peor pronóstico en pacientes con Covid-19. Por motivos como este es importante contar con niveles óptimos de vitamina D. Aunque también la carencia de este micronutriente puede ser perjudicial para otros aspectos de la salud.
La carencia de vitamina D es una de las principales causas de la aparición de raquitismo en niños, una enfermedad relacionada con los huesos. Los adultos suelen desarrollar otras patologías óseas como osteomalacia u osteoporosis.
¿Qué dosis de vitamina D necesito consumir al día?
En condiciones normales, una persona debe ingerir una dosis concreta de vitamina D de forma diaria. Una situación que se ha vuelto más necesaria que nunca durante la pandemia del Covid-19. Cómo ya hemos comentado anteriormente, países como Reino Unido aconsejan elevar los niveles de este micronutriente en el organismo.
Para conocer la cantidad suficiente de vitamina D que una persona requiere al día, el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos ha elaborado una interesante guía, donde deberemos tener en cuenta factores como la edad y el sexo:
Etapa de la vida | Cantidad recomendada |
---|---|
Bebés hasta los 12 meses de edad | 10 mcg (400 UI) |
Niños de 1 a 13 años de edad | 15 mcg (600 UI) |
Adolescentes de 14 a 18 años de edad | 15 mcg (600 UI) |
Adultos de 19 a 70 años de edad | 15 mcg (600 UI) |
Adultos mayores de 71 años de edad | 20 mcg (800 UI) |
Mujeres embarazadas y en período de lactancia | 15 mcg (600 UI) |
Según estas estimaciones, la cantidad media de vitamina D que una persona necesita incorporar al cuerpo de forma diaria son 15 microgramos. Una dosis que se debe aumentar ligeramente hasta los 20 microgramos a partir de los 71 años de edad. Precisamente han sido las personas mayores las más afectadas durante la pandemia del Covid-19.
Para contar con unos niveles adecuados de este micronutriente, podemos obtenerlo a través de dos canales principales. La principal vía de obtención de la vitamina D es la alimentación, especialmente mediante productos como pescados grasos, yema de huevo, aguacates, queso o hígado vacuno.
Por otra parte, la piel tiene la capacidad de fabricar vitamina D expuesta a los rayos ultravioletas del sol. Por eso es recomendable tomar el sol durante 10-15 minutos de forma diaria. Es necesario no exponerse a los rayos del sol de forma excesiva.
Además, una tercera opción son los suplementos vitamínicos basados en vitamina D. No obstante, para consumir este tipo de suplementos es recomendable hacerlo siempre bajo supervisión de un especialista, para evitar posibles efectos adversos, según la condición de la persona.