Una muerte que arroja impotencia. En los últimos meses, la pandemia del Coronavirus está siendo la gran protagonista. Pero poner el foco sobre esta enfermedad hace que otras queden desprotegidas. Es el caso de Leonor Gil, que perdió la vida el pasado mes de septiembre en Palencia.
Ella tenía un cáncer de colón con metástasis y llevaba meses peleando por tener una cita médica presencial. Y es que todo no es Covid-19. Ahora, mes y poco después, su hijo Jonathan, de 27 años, tras haber recuperado fuerzas, denuncia lo ocurrido, puesto que esto «es solo la punta del iceberg».
COPE se hace eco de la historia de la familia Martínez Gil hablando con uno de los hijos de la fallecida. En febrero comenzó esta historia con trágico final. Leonor comenzó a tener dolores de estómago que no le dejaban comer. Por aquel entonces fue diagnostica de «falta de hierro y tenía que tomar unas pastillas», como comenta Jonathan.
«En ese momento ya tenia cáncer, aunque no se había terminado de manifestar. Si lo hubiesen encontrado entonces, igual no estaría donde está”, asegura su hijo. Entonces, en pleno confinamiento, la familia de Palencia intentó acudir a consulta. Sin embargo, no lo consiguieron. Los médicos seguían argumentando la continuidad del dolor a esa falta de hierro.
«Es una clara negligencia, hoy tengo fuerzas para contarlo, antes me hubiese derrumbado», afirma su hijo en COPE. Desde entonces, ya se pueden imaginar, un suplicio con cientos de llamadas en busca de una cita presencial que nunca llegó. Pasaban los días y los dolores persistían, pero la paciente y su familia no tenían respuesta.
Las llamadas al centro de salud se repetían y llegaron a decirle dos veces que «eran gases, que tomase Aerored». Durante ese tiempo, Leonor tuvo cuadros de fiebre, provocando pruebas PCR que siempre resultaron negativas.
«Será Covid-19», decían a la familia
Prosigue Jonathan explicando a COPE que le decían «será Covid-19». Sin embargo, nunca dio positivo. La familia denuncia que «no todo es coronavirus, lo demuestran las 6 pruebas PCR negativas, ha sido muy negligente todo. Había tiempo”.
El hijo de la fallecida confirma que de poco vale denunciar los hechos ante un juez, pues «eso no nos va devolver a mi madre». «Las ordenes de no atender presencialmente vienen de arriba. Tampoco confió demasiado en la justicia. Si finalmente iniciase un proceso así iría hasta el final», confirma Jonathan.
Todo empeoró a finales de agosto
6 meses después de los primeros síntomas, la situación de Leonor empeoró. Era finales de agosto y los dolores eran tan graves que le obligó a presentarse en la consulta de su médico de cabecera.
«Ni la miró», asegura Jonathan. El doctor les envió de urgencia al hospital Río Carrión de Palencia. Fue allí donde «le detectaron un cáncer de colón con metástasis en el hígado». Fue un diagnóstico demoledor para ella y para su familia.
«Mi madre duro dos semanas tras el diagnostico, 17 días” cuenta Jonathan, a quien otros casos que han salido a la luz pública durante los últimos días le han dado la fuerza para contar el caso de su familia.
Tras conocer el caso de Sonia Saniz-Maza, que falleció de cáncer sin recibir una cita presencial durante tres meses, quiso que se conociera lo que pasó su familia con la muerte de su madre Leonor.
«La gente tiene saberlo. Deben conocer que hay muchos casos así, no solo están muriendo personas de coronavirus, también hay pacientes con otras dolencias que deben atenderse. Mi madre tenia toda una vida por delante, era una mujer sana, hacia deporte y ahora sabemos que tenia un alto umbral para el dolor. Estamos destrozados», asegura Jonathan.
“Quiero que salgan uno tras otro. Animo a quien le ha pasado algo similar a que lo cuente, que vayan saliendo estos casos porque la gente se tiene que dar cuenta de esto está ocurriendo”.