Xiaomi tiene claro que uno de los componentes más importantes a la hora de comprar un terminal es el procesador. Este chip no solo nos permite navegar y utilizar el terminal a una velocidad óptima, poder movernos entre apps a mayor velocidad o disfrutar de los juegos más punteros. También condiciona otros componentes del mismo, como el número de cámaras con las que puede contar, la posibilidad de integrar un lector de huellas o la resolución de la pantalla, entre otros.
En última instancia, también determina la posibilidad de que nuestro teléfono móvil se actualice a una nueva versión del sistema operativo y la velocidad a la que recibirá esta nueva versión. En este último punto, contar con un procesador de MediaTek o de Qualcomm puede suponer grandes diferencias sobre cuándo se recibirá una actualización del sistema.
Según ha explicado Li Ming, uno de los directivos de Xiaomi, tanto MediaTek como Qualcomm reciben con antelación las nuevas versiones de los sistemas operativos para poder trabajar con ellas y adaptarlas a sus procesadores. Este acceso temprano les permite ganar tiempo y tener la versión adaptada a cada procesador antes de que llegue la variante estable del nuevo sistema operativo. En caso contrario, las compañías tendrían que empezar a trabajar una vez lanzada la actualización, lo que retrasaría enormemente su llegada a los usuarios.
La clave está en el número de ingenieros
Lo que marca la diferencia entre ambas empresas está en el número de personas que dedican a esta labor. El número de ingenieros de MediaTek es considerablemente más pequeño -Li Ming no ha detallado las cifras-, lo que les obliga a actualizar los paquetes por lotes. Por el contrario, Qualcomm puede permitirse actualizar todos de una sola vez, lo que acelera el proceso y permite liberar antes la actualización.
Así, aquellos modelos de procesadores que MediaTek deje en un segundo o tercer lote, tardarán más en actualizarse que aquellos que pertenezcan al primero. Si a ello le sumamos que estas actualizaciones dependen también de la zona geográfica, el país e incluso el operador de nuestro teléfono móvil, este es uno de los causantes de la tardanza de las actualizaciones y, con ello, de la fragmentación en Android.
Ventajas del procesador MediaTek
Si bien una solución a este pequeño problema sería contratar un mayor número de empleados para dedicarlos a esta tarea, no todo es negativo en el sistema utilizado por MediaTek. La ventaja es que les permite subsanar los errores más rápido. Si solo se necesita actuar sobre un determinado lote, el trabajo puede hacerse con mayor celeridad que si hubiera que revisar todos los modelos de procesador.
Estas diferencias en la velocidad de actualización se han mantenido desde hace años y según parece, no va a cambiar en el corto plazo. Ambas compañías son los principales referentes en la fabricación de microchips para teléfonos móviles y entre las dos copan el 90% de los procesadores del mercado. A esa cifra hay que sumar la presencia de los chips propios que han desarrollado algunas compañías, como en el caso de Apple con sus AX Bionic, los Kirin de Huawei, los Exynos de Samsung o el Tensor, recientemente lanzado por Google para sus Pixel.