El deporte no sólo ayuda a nivel físico, sino que también es uno de los grandes motores de la salud mental. Ejercitar el cuerpo también es ejercitar la mente, de ahí que se diga siempre lo de mente sana en cuerpo sano, gracias a esa frase en latín que nos ayuda a recordarlo. Hay un tiempo marcado en cada uno de los entrenamientos que mantenemos, como si fuera un reloj que nos indica cuánto tiempo debemos estar haciendo ejercicio para poder ejercitar la memoria. Si lo que quieres es poder potenciar esa capacidad cognitiva que produce el almacenamiento cerebral, sigue leyendo.
Porque lo cierto es que mejorar nuestra salud cerebral y sobre todo fomentar las habilidades cognitivas está al alcance de nuestra mano. Tenemos tanto deportes como otro tipo de ejercicios que nos requieren compromiso a nivel mental, y que nos genera además buenos efectos en nuestra memoria, de forma que podremos notar los avances con el paso del tiempo y sobre todo de esa implicación para poder darnos cuenta fehacientemente de que realmente nos viene bien una serie de ejercicios durante una cantidad determinada de minutos.
¿Qué ejercicios debo hacer para mejorar mi memoria?
Si lo que quieres es poder conseguir buenos resultados a nivel mental, te bastan alrededor de unos diez minutos de algunos ejercicios para tener un impacto positivo en tu capacidad de almacenamiento mental. Puedes incluso dar un paseo o hacer yoga, que te valdrá para conseguir mejores conexiones neuronales y potenciar la conectividad cerebral.
Así se ha reflejado al menos en un estudio de la Universidad de California, donde se comprobó que esos pocos minutos de actividad física ligera eran suficientes para poder conseguir una buena dinámica a nivel mental. También puede funcionar jugar al ajedrez y otro tipo de juegos que también buscan limar las conexiones mentales.
¿Ayuda el ejercicio aeróbico a mejorar nuestra memoria?
Era por todos conocido el impacto del ejercicio para con la memoria, y sobre todo, en la potenciación de la plasticidad del hipocampo, por lo que ahora se da cuenta de cuál es la intensidad y qué duración es necesaria para tener a nuestra disposición dichos efectos. Contamos con diez minutos de actividad física ligera, sea el deporte que sea. ¿Y sabes qué ocurre con el ejercicio aeróbico?
Pues que ayuda, siempre que lo hagamos de forma frecuente, a mejorar nuestra memoria y nuestra capacidad de aprendizaje gracias a la liberación de hormonas que mejoran la memoria. Son las hormonas llamadas «factores de crecimiento» las liberadas al realizar un ejercicio que se vincula estrechamente a la salud del cerebro.