La Universidad de Oxford ha sacado una interesante conclusión tras una investigación llevada a cabo en sus laboratorios. Según el estudio, la miel podría ser mejor que antibióticos o jarabes para tos para aliviar infecciones en las vías respiratorias superiores (URTIs, por sus siglas en inglés) del aparato respiratorio. Este hallazgo permite frenar la propagación de la resistencia a los antibióticos de diversos tipos de virus que no se van tan fácilmente.
Las enfermedades respiratorias, que afectan los senos nasales y la garganta, incluyen el resfriado común, la sinusitis, la amigdalitis, la laringitis y la gripe, pero si se tiene fiebre alta, una tos nueva y continua o una pérdida o cambio en el sentido del olfato o del gusto, podría ser Covid-19, por lo que hay que consultar al médico de inmediato, según el Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido.
Revisión sistemática y metanálisis
Los investigadores Hibatullah Abuelgasim, Charlotte Albury y Joseph Lee, de Oxford , efectuaron una revisión sistemática de información y bibliografía en las bases de datos y plataformas científicas y médicas de referencia como Pubmed, Embase, Cab abstracts, LILACS y Cochrane Library.
Durante la investigación, los científicos lograron identificar 1.345 registros únicos y sumaron 14 estudios sobre la efectividad de la miel en este aspecto. Según los investigadores, estas presentan “un moderado riesgo de sesgo”, es decir una moderada posibilidad de contener un error sistemático o una desviación de la verdad que causen que sus resultados no sean correctos.
Después sometieron dicha información a un metanálisis. En este proceso se analizan los datos de diferentes estudios sobre un mismo tema, y que habitualmente ofrece resultados más sólidos que los de cualquier estudio por sí solo.
La revisión sistemática y el metanálisis, considerados la “vara de medir” de las evidencias en las ciencias de la salud, fueron publicados en la revista científica BMJ Evidence Based Medicine.
“La mayoría de las URTIs se deben a una infección viral. Para las personas que por lo demás están sanas, tienden a ser autolimitadas y mejoran en un plazo de aproximadamente 14 días sin tratamiento”, aseguran los investigadores.
La resistencia bacteriana a los antibióticos
Este tipo de infecciones son una causa habitual para tomar antibióticos. Sin embargo, estos fármacos marcan poca diferencia en la gravedad de los síntomas, ya que los antibióticos no afectan al virus.
“Al avecinarse el espectro global de la resistencia a los antibióticos, es ahora más importante que nunca contar con nuevos tratamientos efectivos”, señala Hibatullah Abuelgasim, estudiante de medicina de Oxfor. Este joven fue quien completó el estudio como parte de su proyecto de investigación de pregrado en el Departamento Nuffield de Ciencias de la Salud de Atención Primaria.
Los investigadores analizaron estudios que compararon el efecto de tomar miel, con el té, pura o mezclada con otros ingredientes. Todo ello, con la atención habitual de las infecciones respiratorias altas, consistente en antibióticos o jarabes y medicamentos para la tos de venta libre; o placebos médicamente inertes (sustancias sin acción terapéutica).
Durante el estudio se estudio la gravedad de los síntomas producidos por la tos y la duración de los síntomas de las infecciónes. Así se descubrió que la miel reduce significativamente los síntomas, reduce la gravedad y la frecuencia de la tos.
“La miel se conoce desde hace mucho tiempo como un tratamiento tradicional para los síntomas de URTI; como tos y dolor de garganta”, señala el doctor Joseph Lee, investigador, apicultor y médico de cabecera, del Departamento Nuffield.
Miel para tratar aliviar la tos
El Instituto Nacional para la Excelencia en la Salud y la Atención (NICE) y la Salud Pública de Inglaterra recomiendan tratar con miel la tos. De esta manera, a personas con tos aguda, ya sean adultos o niños de más de cinco años, se les aconseja la miel.
“Los médicos suelen recetar antibióticos para las URTIs, incluso cuando pueden estar bastante seguros de que podrían no ofrecer ningún beneficio clínico. A menudo debido a la falta de tratamientos alternativos y un deseo sincero de ayudar a los pacientes a sentirse mejor”, asegura la doctora Charlotte Albury, investigadora en salud en el Departamento Nuffield.
“Esta investigación nos brinda una evidencia que puede ayudar a los médicos a tener confianza al sugerir a las personas que usen miel”, recalca.
“La miel es barata, está disponible y muchas personas probablemente la tengan en su despensa. Por ello, vale la pena probarla de entrada para aliviar los síntomas de una URTI. Sin embargo, si los síntomas empeoran o si se siente muy mal, hay que ponerse en contacto con el médico de cabecera”, explica Lee.
Los científicos recomiendan más ensayos con placebo de alta calidad, que permitan abordar otros síntomas demás de la tos. Asimismo, estas las evaluaciones del riesgo de sesgo de los estudios revisados fueron variables. Las intervenciones con miel y los tratamientos de “atención habitual” fueron diferentes, lo que puede afectar la solidez de la evidencia.