Tener ansiedad cada vez es más común, sobre todo viviendo en estos momentos de incertidumbre por la pandemia de coronavirus. Una crisis mundial en pleno apogeo, miles de vidas en riesgo y puestos de trabajos pendientes de un hilo. No es de extrañar que esta situación haya generado más problemas de ansiedad entre las personas, debido a la incertidumbre y estrés que producen estas circunstancias.
Para combatir la ansiedad una de las mejores alternativas a la medicación es la meditación, ya que permite que el cerebro entre gradualmente en un estado de relajación. El motivo de nuestro malestar cuando estamos pasando por algún episodio de estrés o ansiedad, es porque nos produce cortisol en la sangre.
«La meditación ayuda a regular los niveles de esta sustancia y aporta mayor salud a quien la practica de manera continuada», ha explicado Nines Molina, instructora de ‘nyasa yoga nidra’ en la escuela Yoga Estudio.En este sentido, con la meditación dentro de una rutina diaria se consigue un desarrollo y crecimiento personal, que podrá beneficiarnos en muchos aspectos como:
- Reducir el estrés y la ansiedad
- Ser más consciente de ti mismo
- Capacidad para centrarnos
- Regula las emociones, mejora el autocontrol y la capacidad de reflexionar
- Entender el presente sin prejuicios y con amabilidad
- Aumenta la atención al presente y una escucha activa
- Regula las emociones, favoreciendo los estados de calma
Reduce los niveles de ansiedad
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Tecnológica de Míchigan han demostrado que solo una hora de meditación puede reducir tus niveles de ansiedad y mejorar los factores de riesgo cardiacos.
Para llevar a cabo el estudio midieron la ansiedad de 14 personas, con una técnica llamada Inventario de Ansiedad de Beck. Esta técnica trata de un cuestionario de 21 preguntas, además también les realizaron pruebas cardiovasculares para evaluar la frecuencia cardiaca, la presión sanguínea en reposo y el análisis de la onda de pulso.
Después de estas pruebas, las personas participaron en una sesión de mindfulness, que incluye diez minutos de meditación autoguiada, veinte de meditación introductoria y treinta de explotación corporal. Tras esta sesión se repitieron las pruebas cardiovasculares, y una hora más tarde de nuevo, para ir midiendo cómo la meditación influía en estos valores.
Una semana más tarde de la sesión de meditación, les repitieron el cuestionario de ansiedad, demostrando que los niveles de ansiedad del grupo eran más bajos que antes de la meditación. Además, las pruebas cardiovasculares realizadas una hora más tarde demostraron una menor frecuencia cardiaca en reposo y una mejora en la presión arterial.
Cómo iniciarse
Para iniciarnos en la meditación es fundamental el lugar y el momento en que lo hagamos. Debemos tener en cuenta las prioridades y comodidad de cada uno, aunque suelen recomendar realizar la meditación a primera o a ultima hora del día. El lugar debe ser uno que nos aporte tranquilidad y nos haga sentir cómodos. En cuanto a si hacerlo sólo o en compañía, se recomienda realizar la sesión de meditación en solitario para que nos sea más fácil concentrarnos y profundizar.
Todas las meditaciones tienen en común la relajación, pero para logarlo hay algunas técnicas que se pueden tomar como punto de referencia a la hora de realizar una mediación. Se puede lograr una introducción a la relajación siguiendo los siguientes pasos:
- Sentarse en silencio en una postura cómoda y cerrar los ojos.
- Relajar profundamente todos los músculos, desde la cara hasta los pies.
- Inspirar y espirar de forma natural, escuchando la respiración
- Continuar así durante 10 o 20 minutos. Se puede ir comprobando el tiempo, pero sin alarmas.
- Estar sentado tranquilamente durante unos minutos, con los ojos abiertos o cerrados.
- No ponerse de pie hasta pasados unos minutos.