«Los médicos no me tomaron en serio por mi edad, ahora tengo un cáncer»

Olatz Vázquez, de 26 años, tiene cáncer gástrico con metástasis abdominal y ha decido contar cómo el Coronavirus ha hecho mucho daño a otras enfermedades

Foto de @OlatzVazquez

El Coronavirus sigue siendo el tema que cubre la mayoría de noticias. Ya sea asociado a la vuelta al cole, al número de rebrotes, al ocio nocturno o al turismo. Coronavirus y Covid-19 hasta en la sopa. Y tanto centrarse en una cosa hace que otras cosas, no menos importantes, se dejen de lado. Es el caso de otras enfermedades, como la que tiene Olatz Vázquez.

Mientras que los hospitales o centro de salud se preparan para la prevención del Covid-19, y de esta manera anticiparse; se están desatendiendo otras actividades que se deberían de llevar a cabo en estos centros. Es el caso de Olatz Vázquez. Ella tiene cáncer gástrico con metástasis abdominal y ha decidido contar como el Coronavirus ha hecho mucho daño a otras enfermedades. A su detección, a su seguimiento y a su curación.

El relato de Olatz Vázquez sobre su enfermedad 

«El 9 de junio de 2020 me diagnosticaron un cáncer gástrico con metástasis abdominal. Estadio IV. No me sorprendió; llevaba un año yendo de médico en médicos porque no me encontraba bien», así empezó contando su historia en Twitter esta joven periodista. A pesar de tener dolores en el abdomen desde hacía más de un año, no fue hasta junio cuando recibió el diagnóstico. Algo llamativo.

Debido a su juventud, los médicos le dijeron a Olatz Vázquez que podría ser celiaquía, gastritis o una enfermedad pélvica. La situación empeora con la entrada de 2020. La periodista pide la baja y se trasladad a su comunidad, País Vasco. Hasta el 22 de abril no podría hacerse la gastroscopia.

Sin embargo, y debido a la pandemia del Coronavirus, le cambiaron la cita hasta el 9 de junio. Un nuevo revés para la joven, que pidió que lo reconsiderarán, aunque le aseguraban que su caso, al no ser grave se trasladaba a junio. Los fuertes dolores la llevan a urgencias mientras tanto, pero le indican que puede ser una enfermedad pélvica que en ginecología le dicen que no es.

Olatz Vázquez
Foto de @OlatzVazquez

Llegó el nueve de junio, fecha en el que le realizaron la gastrosocopia y le detectaron úlceras tumorizadas en el estómago. «Salgo de la consulta. Me caigo al suelo. Grito. Lloro. Rabia, impotencia, dolor», recuerda de ese momento Olatz Vázquez.

La semana siguiente sus malos pensamientos se convirtieron en realidad: «Es maligno y hay que meterme a quirófano para ver si me lo pueden extirpar, pero ya es demasiado tarde. Ha habido metástasis y me mandan a oncología».

«Más de dos meses después y dos ciclos de quimioterapia a mis espaldas, todavía no entiendo cómo el factor joven es determinante para descartar si tienes una enfermedad grave. Sé que parte de mi «mala suerte» viene de tener que haber vivido esta enfermedad grave en mitad de una pandemia. La Covid-19 está ahí, pero el cáncer también, y un diagnóstico precoz es la mejor cura para esta enfermedad», concluye Olatz en el relato sobre su enfermedad.

Con «más ganas de vivir que nunca»

«Hay un error de concepto cuando hablan de la Olatz de antes y la Olatz de ahora. Sigo siendo la misma; con menos pelo, cuatro cicatrices nuevas, un reservorio y más ganas de vivir que nunca», recoge Olatz Vázquez en su cuenta de twitter.

https://twitter.com/OlatzVazquez/status/1299736129307111432?s=20

 

Un ejemplo de lucha 

Para ella hablar de su enfermedad le ayuda, por eso en su cuenta de Twitter recoge varias historias de su día a día.

«»Con esta quimioterapia no perderás todo el cabello» me dijeron; pero no supieron decirme cuánto. No podía seguir viendo cómo mi pelo no paraba de caerse y de caerse. Así que ayer cogí una maquinilla y no dudé en quitármelo todo. Si algo me está dando el #cancer son momentos así.»

Olatz Vázquez también tiene palabras su fiel acompañante. «Mi compañero de batallas, mi escudo, mi fuerza. Siempre he pensado que una persona no necesita a otra para vivir, pero él me hace falta para sobrevivir.»

«Hoy he salido por primera vez a la calle sin taparme la cabeza. Una niña se me ha quedado mirando y su madre le ha dicho: «¿a que está guapísima?» La verdad es que yo también me veo guapa. Pensaba que mi imagen sin pelo se me haría muy dura, pero me gusta esta nueva yo.»

«Nunca me he sentido tan desconectada de mi cuerpo y a la vez nunca lo he querido tanto como ahora.», recoge en su twitter Olatz Vázquez.

«No soy ejemplo de cómo afrontar una grave enfermedad. Cada persona lo vive como lo siente. A mí me gusta hablar sobre ello porque me ayuda, pero si eres de las personas que no quiere ni mencionarla también lo estás haciendo bien. Que nadie te diga cómo tienes que vivir el cáncer», dice Olatz Vázquez.

 

 

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