La eterna pelea de las empresas y los trabajadores con discapacidad

La eterna pelea de las empresas y los trabajadores con discapacidad

El desarrollador tecnológico ciego y responsable de Accesibilidad de Pasiona, Juan José Montiel - PASIONA

Juan José Montiel, malagueño de 34 años, es programador desde los años 90, dedicando su vida plenamente a su pasión que es el mundo de la tecnología. Su historia comienza como una de tantas en las que se consigue la meta soñada, pero su caso consta de una pequeña particularidad: Juan José es ciego, motivo por el cual su éxito es aún mayor.

Según El Confidencial, «este informático andaluz sufre una ceguera total de nacimiento, pero eso no le ha privado de convertirse en uno de los pocos programadores que trabajan con una discapacidad como la suya, al menos en España, y ganar premios internacionales por su labor (el último, el MVP que entrega Microsoft a desarrolladores que usan sus sistemas y además son ‘líderes’ que ayudan a la comunidad)».

«Mi historia es una excepción porque, obviamente, somos muy pocos los ciegos que trabajamos en este mundo, pero es que no creo que haya hecho algo demasiado especial para estar aquí, sino que he tenido una oportunidad, que muchos no han conseguido, para demostrar mi valía. Ahí está la clave, ya que aquí es muy difícil que alguien contrate a un programador invidente», explica Montiel.

Juan José realiza duras declaraciones sobre la situación laboral dentro del mundo de la programación, ya que no se consta de las mismas oportunidades si no tuviera esa discapacidad. «Me han llegado a decir que un cliente no quería un desarrollador ciego en su equipo, hay mucha ignorancia», enuncia.

Juan José, viral en las redes

Montiel se ha hecho viral en las redes al criticar la forma de contratación y trabajo por parte de las empresas hacia personas que tienen algún tipo de discapacidad, ya que intenta normalizar y visibilizar su situación y la de otros muchos al máximo posible.

«Estoy seguro de que hay gente invidente que es incluso mejor que yo en esto, pero que no puede entrar en el sector porque nadie la contrata. Yo intento visibilizar estas situaciones y demostrar que las capacidades están en la mente, que la programación es un lenguaje que se puede entender y afrontar viendo o sin ver», defiende el malagueño.

Con ese objetivo, ha dado charlas y conferencias sobre programación y discapacidad, ha dado cursos y lanzado otros proyectos, como Accesibites, una web en la que desde hace unos meses publica diferentes ‘podcasts’ sobre el desarrollo accesible, la unión entre tecnología y discapacidad o cómo ser ciego y moverse por una ciudad llena de tecnología.

En nuestro país, el informático asegura que no recuerda ninguna gran empresa que tenga su web o ‘app’ adaptada al 100% y que mantenga esa accesibilidad a lo largo del tiempo, y eso, asegura, es bastante penoso y frustrante.

«Yo soy bastante pesimista con todo esto, la verdad. Veo más intención de integrar y ayudar en la accesibilidad a pequeños desarrolladores que a grandes empresas, que son las que tienen dinero de sobra para invertir en crear sitios accesibles para todos. Y, además, falta mucha formación, tanto en centros de trabajo como en escuelas y universidades, en relación con todo esto», apunta el informático.

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