La artritis es «la inflamación de las articulaciones», de acuerdo con la Sociedad Española de Reumatología. Siguiendo a la misma entidad, esta enfermedad se caracteriza por dolor, hinchazón y sensación de entumecimiento o rigidez en ellas. Así mismo, estos síntomas pueden durar solo unos días o semanas, es decir, «tratarse de artritis aguda, o bien, durar meses o años, con lo que se hablaría de artritis crónica». Finalmente, la clase reumatoide es el tipo crónico más frecuente, a pesar de que todavía se desconozcan las causas que la derivan; únicamente se conoce que es por una respuesta autoinmune. Y eso bien lo sabe Javier de Bethencourt, un joven golfista canario de dieciséis años que lidia con esta patología desde sopló las velas por tercera vez en su vida.
En este sentido, la historia de De Bethencourt es de aquellas que hace levantar la vista no sólo para seguir la dirección de bola mientras sobrevuela el campo de golf tras un espectacular drive –golpe de golf-, sino para admirar la trayectoria que este golfista ya puede presumir de tener a sus espaldas, y no hablando únicamente de premios y trofeos. De hecho, de acuerdo con los Premios Princesa de Girona, de los que ha sido premiado, Javier ha comenzado a destacar en el panorama nacional e internacional por su constancia, técnica y espíritu competitivo dentro del deporte, priorizando siempre los verdaderos valores que se han de fomentar en la práctica deportiva.
Una resiliencia «fuera de lo común»
Vinculado al Real Club de Golf de Las Palmas, Javier de Bethencourt se ha posicionado como uno de los mayores talentos del golf a nivel internacional. En el año 2024 ya se proclamó campeón de Canarias en categoría infantil masculina y logró una de sus victorias más emblemáticas en la histórica Copa Blandy, uno de los trofeos más antiguos del golf canario, según detalla los Premios Princesa de Girona. Por tanto, estos fabulosos objetivos que ha conseguido pese a su corta edad evidencian y reflejan de su evolución como jugador, aupándole a ser una de las referencias y mayores promesas del golf en España.
Sin embargo, esta -todavía- breve trayectoria no está exenta de barreras ni pequeños obstáculos a los que hacer frente para seguir compitiendo al máximo nivel. «En plena etapa de crecimiento deportivo, fue diagnosticado con artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune que afecta a las articulaciones», indican desde la entidad Premios Princesa de Girona, un galardón que Javier ha recibido por su impresionante trayectoria pese a esta patología limitante y le ha situado como un estandarte para otros jóvenes que desean cumplir sueños en el ámbito del deporte. Además, el jurado de la ceremonia lo definió con claridad: «una resiliencia fuera de lo común por su edad y una fuerza de voluntad inquebrantable«.
Así mismo, a día de hoy, De Bethencourt compagina su formación académica con su carrera deportiva, manteniendo un notable equilibrio entre estudios, entrenamientos y competiciones deportivas. No obstante, de acuerdo con la Real Federación Española de Golf, el galardón a este joven golfista «no solo subraya su proyección deportiva, sino también los valores que encarna: determinación, constancia, espíritu de superación y una madurez admirable a pesar de su juventud«. Un meritorio premio a una impresionante carrera que todavía está lejos de alcanzar su máximo nivel, en el que están puestas muchas expectativas. Además, es importante recalcar que el Premio Princesa de Girona pretende visibilizar a jóvenes deportistas y organizaciones «que representan los valores más nobles del deporte: esfuerzo, respeto, disciplina, solidaridad e impacto positivo en su comunidad, detalla la RFEG.
Sensatez, disciplina y voluntad
La forma en la que el propio Javier de Bethencourt ha afrontado la artritis reumatoide que presenta desde su diagnóstico con tres años de edad le han valido para ser reconocido en los Premios Princesa de Girona de 2025. Esta reconocimiento, precisamente, se ampara, según el jurado, en saber entender su enfermedad «con sensatez, disciplina y una fuerza de voluntad inquebrantable». No obstante, su historia de superación personal no sólo contempla esta patología autoinmune, sino que también acarrea, como muchos deportistas, varias lesiones; la última y más grave ha sido «una rotura de clavícula en un momento clave de su carrera deportiva, un obstáculo que supuso una prueba difícil a nivel físico y mental pero que, con paciencia, tesón y una voluntad de hierro, transformó en una oportunidad para crecer y demostrar, una vez más, su fortaleza interior y su compromiso con el deporte«, exponen desde los Premios.
Finalmente, desde la propia Real Federación Española de Golf entienden que la figura de este joven ya es una importante y destacada referencia en el mundo del deporte debido a su «capacidad para competir al máximo nivel mientras supera retos diarios», lo que le convierte en una inspiración para jóvenes deportistas en las propias Islas Canarias y en todo el panorama español, incluyendo el salto internacional. Javier de Bethencourt ya puede afirmar que tiene una historia que «demuestra que el talento, la disciplina y la fuerza interior pueden abrir caminos incluso en las circunstancias más complejas«, como es la artritis reumatoide en el caso de Javier, finaliza la RFEG.