Fernando Castro, el joven con síndrome de Down que sueña con ser entrenador y se fija en Julen Lopetegui

«Los límites lo pones tú». Eso piensa Fernando Castro, un chico con síndrome de Down que se ha marcado un objetivo: ser entrenador de fútbol. Este pequeño de Extremadura sueña con ser como Julen Lopetegui, actual entrenador del Sevilla Fútbol Club.

Actualmente, el joven con síndrome de Down está matriculado en uno de los cursos que imparte el Cedifex, centro de formación de la Federación Extremeña de Fútbol. La pasión de Fernando es el fútbol, como cuenta su madre, María del Mar Cabello.

La familia no sabía que el pequeño tenía síndrome de Down antes del parto. «No te lo esperas, pero bien. La verdad es que bien. Hubo un momento del parto en el que yo noté algo raro. Y mi mente empezó….» asegura.

Después del parto, la madre estuvo tres horas en la sala de reanimación, sin recibir ninguna noticia. «Yo veía que algo no cuadraba». Fue entonces cuando los medios le dijeron que hubo «un problemilla con el niño». El padre fue quien le comunicó a María del Mar que el niño había nacido con síndrome de Down.

En ese momento, la madre sintió «alivio, te lo prometo por él. Hay cosas peores, porque yo ya me esperaba cualquier cosa». A partir de entonces, como dice la madre, se encargaron de trabajar con él y normalizando su situación. «A los cuatro meses a la guardería, a los tres años al colegio, a los 12 al instituto y después su formación».

La figura de David y la pasión por el fútbol de Fernando

Una persona muy importante en la vida de Fernando es David. Él es voluntario de ocio de la asociación del joven con síndrome de Down y además, entrenador del Emérita, un equipo de fútbol de Extremadura. Un día, decidió llevarse a Fernando como segundo entrenador.

«A mi me gusta el fútbol mucho. Empezó con David. Hablo con los árbitros, preparo las fichas. También controlo a los jugadores, a veces me toman en serio y otras en cachondeo. No tenemos medidas para frenar el cachondeo y por culpa del cachondeo hemos perdido partidos», asegura Fernando.

Tras iniciarse junto a David, Fernando le contaba a su psicóloga su pasión por el fútbol, como asegura la madre del joven con síndrome de Down. «El quería seguir aprendiendo y motivándose. A raíz de ahí empezamos a darle forma. «Yo quiero, yo quiero», pues ahí está», asegura María del Mar.

Curso de entrenador de Cedifex y la integración del joven con síndrome de Down

El director de Cedifex, Diego Pastelero, señala que conocieron la historia de Fernando a través de su madre, «una persona luchadora, que como todos los padres, quiere lo mejor para sus hijos. Pero en este caso de manera especial debido a la discapacidad de Fernando».

Así conocieron al joven con síndrome de Down y su pasión por el fútbol. «Nosotros estamos encantados de poder contribuir como centro a que una persona con discapacidad se integre y le valga para mejorar, porque Fernando puede ser un ejemplo».

Juan José Espinosa, alumno de TD1 Cedifex, afirma que Fernando es «uno más en el grupo. Participa, colabora y muestra mucho interés. Cuenta sus historias de cuando es entrenador en el equipo que está actualmente. Estamos muy contento con él».

Y es que Fernando es un alumno más dentro de la escuela de entrenadores y en un futuro sueña con ser primer entrenador. «Yo sigo siendo segundo entrenador, pero me gustaría ser primer entrenador», señala el joven con síndrome de Down.

Julen Lopetegui, una ídolo para Fernando

Fernando es seguidor del Sevilla FC, como muestra en el vídeo elaborado por Cedifex, donde aparece con la funda del móvil con el escudo del club hispalense. «Me gusta el entrenador del Sevilla, Lopetegui, y me gustaría hacer un papel como él», explica el alumno Fernando.

El vídeo tuvo repercusión y llegó a Julen Lopetegui, quien no ha dudado en enviar un mensaje al joven con síndrome de Down. «Hola Fernando, soy Julen Lopetegui, entrenador del Sevilla, sé que eres un gran aficionado al fútbol y que además estás luchando y peleando por ser un gran entrenador. No tengo ninguna duda de que lo vas a ser. Cuando pase el Covid-19 espero poder verte y darte un beso muy fuerte. Cuídate mucho, míster».