Ya todos conocemos el amplio catálogo con el que cuenta Xiaomi. Desde teléfonos y tabletas, a aspiradoras y freidoras sin aceite, pasando por patinetes y televisores. Cualquier cosa que tenga algo de tecnología es susceptible de interesar a Xiaomi. Ahora, el gigante asiático prepara su salto al terreno de la automoción. Y como hace siempre, se espera que ponga toda la carne en el asador para conquistar uno de los pocos mercados que aún no domina.
Xiaomi ha desvelado a Reuters algunos de sus planes para el mercado de los coches eléctricos. Según la dirección de la compañía, la primera de sus fábricas abrirá sus puertas en Beijing y tendrá una capacidad de producción de 300.000 automóviles.
Los rumores sobre esta primera apertura, que vienen de lejos, apuntaban a que esta primera piedra se pondría en una planta de Great Wall Motor Company en Hong Kong. Sin embargo, según parece, Xiaomi ha optado por colocar su nueva sede en Beijing E-Town, una de las zonas de negocios más importantes de la ciudad y uno de los barrios más tecnológicos y punteros.
En este barrio ya existen otras grandes empresas de tecnología como JD.com o SMIC, un fabricante asiático de semiconductores. Incluso ya están afincadas otras compañías dedicadas a la fabricación de coches autónomos, como es el caso de Baidu, que tiene allí su división.
El coche eléctrico de Xiaomi, en 2024
A pesar de este anuncio, aún queda tiempo hasta que podamos ver un modelo final de uno de estos coches. La construcción de esta primera fábrica contará con dos fases y la compañía cree muy difícil conseguir el nivel de producción esperada hasta el año 2024. Durante el primer año, Xiaomi establecerá allí un centro de I+D y fabricará unos 150.000 vehículos. Se espera que este vehículo cuente con tecnología propia de Xiaomi y no se convierta en un producto de venta de terceros.
La producción aumentará en el segundo año y se espera que alcance rápidamente los 300.000 ejemplares. Xiaomi no tiene prisa. Esta primera fábrica es solo el primer punto en un programa a largo plazo por parte de la compañía. La hoja de ruta de Xiaomi para por un plan a diez años vista, en el que se invertirán 10.000 millones de dólares.
Hace tan solo unos días conocíamos el dato de que un 15% de la población mundial cuenta con al menos un dispositivo que utiliza MIUI, ya sea por culpa de la propia Xiaomi, POCO o Redmi. Si la compañía asiática consigue ajustar sus márgenes de beneficios tanto como el resto de dispositivos que vende, es muy posible que dentro de no mucho tiempo veamos coches de la firma circular por nuestras calles.
Por el momento, la compañía no ha detallado a qué países estarán destinados estos coches inteligentes, pero la competencia en el mercado chino parece reñida. A la producción de Xiaomi hay que sumar la de Volkswagen, que recientemente compró una fábrica con capacidad para 180.000 vehículos, y la de Tesla, cuya fábrica producirá hasta 500.000 vehículos anuales tras una potente inversión de casi 190 millones de dólares.