Que los «ojos son el espejo del alma», significa que la mirada tiene un gran poder de comunicación. Miramos con ternura, con pasión, pero también con desconfianza o terror. Miramos continuamente, y pero otras veces… simplemente dejamos de mirar. La psicología tiene una explicación precisamente acerca del por qué en ocasiones desviamos la mirada cuando estamos hablando con alguien. Y es que nunca es casualidad. Podría atribuirse a una distracción, pero aún así, ese desvío de mirada denotaría desinterés.
Por tanto, estamos hablando de una de las vías de comunicación no verbal más poderosas con las que contamos. Porque, ¿Qué sería de las interacciones sociales sin esta comunicación no verbal? Sin gesticular, ya sea con cara, brazos o cuerpo, y por supuesto sin mirar. Gracias a la psicología, podemos deducir todo lo que este tipo de comunicación dice de nosotros, pero sobre todo, es un arma muy poderosa para poder interpretar a la persona que tenemos delante cuando tenemos una conversación.
Psicología: ¿Qué significa desviar la mirada?
Desde la psicología son varios los significados que le dan al hecho de que alguien desvíe la mirada cuando estamos hablando. Pues para concretar más el motivo, entre los múltiples existentes, harían falta más datos como el tipo de conversación que se está manteniendo o el análisis de otros gestos dentro de la comunicación no verbal.
En cualquier caso, una de las razones que la psicología atribuye en más ocasiones al hecho de desviar la mirada cuando se está teniendo una conversación, es por incomodidad o nerviosismo. En escenarios donde una persona no se siente segura e incluso está en una posición vulnerable, es habitual que no se mantenga la mirada. Este tipo de situaciones puede darse en una persona que está siendo recriminada, está bajo presión o se siente intimidado.
Por el contrario, desviar la mirada en una conversación, también puede denotar que la persona no está mostrando atención y por tanto, ser un signo claro de desinterés. Suele darse más a menudo en conversaciones de más de dos personas donde no todo el mundo tiene el mismo tipo de implicación. No obstantes, también puede ser un gesto para reflexionar o concentrarse en la respuesta que quiere dar, y por tanto, volver a engancharse a la conversación.
Un gesto que todos hacemos
Pese a que la psicología le atribuya en general, connotaciones que no sean positivas, bien para el emisor o para el receptor, es un comportamiento más habitual del que podemos imaginarnos. Es decir, no es tan inusual retirar la mirada, aunque sea por unos segundos, de nuestro interlocutor. Tanto es así, que hay personas que en su propia de comunicarse, miran hacia otro lado o incluso cierran los ojos para dar énfasis a un tema, lo cual denotaría algo positivo, como es que se están concentrando.
Y es que la concentración, es una de las razones por las que la mayoría de los humanos desviamos habitualmente la mirada. Según expertos en psicología, la mirada necesita salir de ese punto fijo para poder dispersarse y así refrescar la memoria. Por tanto, desviar la mirada puede ser un signo de reconcentración con el tema que se está tratando. Es importante tener este dato en cuenta, para no juzgar negativamente a una persona cuando nos desvíe la mirada.
No obstante, el cómputo general de la situación, es el que nos va a hacer decantarnos por el significado exacto de ese desvío de miradas. Y ojo, que hay un último factor fundamental. Las diferencias culturales. Y es que hay culturas, donde hablar mirando fijamente a los ojos, puede ser un gesto algo invasivo o agresivo. También, hay ideales culturales que muestran el desvío de mirada o bajada de la mirada, como una señal de respeto hacia la otra persona. Por lo que como hemos dicho, son muchos los factores que analiza la psicología para poder concretar el motivo de desviar una mirada.