La vitamina D es uno de los nutrientes más importantes para la salud de las personas, debido a las múltiples funciones que cumple en el organismo. Es necesaria para la salud de los huesos, movimiento muscular o funcionamiento del sistema inmune, entre otras cosas.
Además, expertos como el profesor Michael F. Holick, de la Universidad de Boston, aseguran que contar con niveles óptimos de vitamina D reduce el riesgo de desarrollar múltiples enfermedades. Una afirmación sustentada en numerosos estudios científicos.
Así, algunos alimentos pueden aportar buenas dosis de este nutriente, como pescados azules y grasos (salmón, sardinas, arenques, caballa, atún), marisco, champiñones, yemas de hueco, leche enriquecida o productos lácteos.
También se pueden aumentar los valores de esta vitamina mediante el consumo de suplementos vitamínicos, aunque en este caso siempre es recomendable contar con la supervisión de un especialista. En cualquier caso, la principal fuente de obtención de la vitamina D es el sol.
Cómo tomar el sol para aumentar la vitamina D
El doctor Michael F. Holick explica que el 80% de la vitamina D que tenemos en el organismo procede de la radiación solar, mientras que el resto corresponde a alimentos o ingesta de suplementos. Debido a ello, este nutriente es conocido popularmente como la vitamina del sol.
Sin embargo, existen controversias respecto a la duración y cómo se debe tomar el sol para aumentar los niveles de vitamina D de forma segura. En esta publicación vamos a intentar poner solución a este tipo de dudas.
El cuerpo tiene la capacidad de producir la vitamina D mediante un proceso de síntesis tras la exposición de la piel a la radiación ultravioleta del sol. No obstante, tomar el sol en exceso puede ser perjudicial para la salud, hasta tal punto de aumentar el riesgo de cáncer de piel. Por tanto, será necesario establecer un equilibrio.
En este sentido, hay que tener en cuenta que existen numerosos factores que influyen en la exposición solar y el aumento de los niveles de este nutriente. Entre ellos encontramos:
- Hora del día.
- Latitud.
- Periodo del año.
- Color de piel.
- Altitud.
- Condiciones climáticas.
- Contaminación del aire.
Las personas con un color de piel más oscuro necesitan una dosis extra de sol para producir la misma vitamina D que aquellas personas con la piel más clara. Además, los adultos mayores también fabrican menos cantidad de este nutriente que los jóvenes.
Estrategias para tomar el sol de forma seguro
Si va a tomar el sol en la playa, los expertos siempre recomiendan proteger la cara y la parte superior de las orejas, ya que son las zonas de la piel más expuesta.
Así, expertos como Michael F. Holick recomiendan una exposición al sol de unos 10 o 15 minutos sin protección en brazos, piernas, abdomen y espalada para favorecer el incremento de vitamina D. Superado ese tiempo resulta fundamental establecer una buena protección solar.
Además, Michael F. Holick incide en la importancia de elegir el momento adecuado del día. «Si su sombra es más larga que la altura de su cuerpo, no puede producir vitamina D». En este sentido recomienda aumentar los niveles de vitamina D entre las 10:00 y las 15:00 de la tarde.