Un nuevo estudio ha puesto de manifiesto los beneficios de la conocida como dieta DASH para la salud de las personas que la consumen. Concretamente, aquella que se caracteriza por la baja presencia de sodio en la estructura nutricional.
Así, investigadores del Centro Médico Beth Israel Deaconess (BIDMC), en Estados Unidos, han analizado tres biomarcadores cardiovasculares diferentes, los cuales son indicadores medibles de la salud cardiovascular en sangre. El objetivo era determinar si la dieta influye directamente en la salud cardíaca.
En definitiva, los resultados de este estudio mostraron que la Dieta DASH reduce la inflamación. Igualmente, también concluyeron que la dieta DASH sola o combinada con una dieta baja en sodio reduce las lesiones y el esfuerzo del corazón.
Stephen Juraschek, uno de los principales autores del estudio y profesor de la Escuela de Medicina de Harvard (HMS), explica que «nuestro estudio representa una de las pruebas más sólidas de que la dieta influye directamente en el daño cardíaco, y nuestros hallazgos muestran que las intervenciones dietéticas pueden mejorar los factores de riesgo cardiovascular en un período de tiempo relativamente corto».
Dieta DASH y beneficios para la salud
Seguidamente, el doctor Jurashek añade que «los datos refuerzan la importancia de un estilo de vida que incluya una dieta DASH reducida en sodio y rica en frutas, verduras y cereales integrales para minimizar el daño cardíaco a lo largo del tiempo».
En concreto, la dieta DASH destaca por un consumo elevado de frutas y verduras, cereales integrales, productos lácteos bajos en grasas, pescado, aves de corral y frutos secos. Igualmente, se basa en limitar el consumo de colesterol, sodio, carne roja, bebidas azucaras, dulces y grasas saturadas.
Este tipo de dieta surgió en los años 90′ con la finalidad de disminuir la presión arterial. Sin embargo, diferentes estudios atribuyen a la dieta DASH propiedades para reducir el riesgo de osteoporosis, cáncer, diabetes, infarto, ictus y enfermedades cardiovasculares.
De forma específica, la investigación actual se basa en dos análisis recientes en los que Juraschek y sus compañeros observaron como la dieta DASH ayudaba a disminuir los marcadores de inflamación, tensión y lesión cardíaca.
No obstante, estos estudios previos no analizaron de forma concreta los efectos en la salud cardiovascular de la reducción de sodio, sola o combinada con un plan dietético estilo DASH.
Conclusiones en relación al sodio
En este caso, este análisis si centró en conocer como podría afectar la combinación de una dieta baja en sodio con la dieta DASH. Así, el examen determino que los participantes que seguían la dieta DASH presentaban una reducción del 18% y un 13% en los biomarcadores asociados al daño cardíaco y la disminución de la inflamación, respectivamente.
«Los participantes que combinaron la dieta DASH con un impacto reducido de sodio experimentaron las mayores reducciones en los biomarcadores de daño y estrés, siendo de un 20 por ciento y 23 por ciento, respectivamente», explican los autores, a la vez que añaden que no tuvo un impacto considerable en la inflamación.
Los biomarcadores del estrés se vieron reducidos en un 19% en aquellos participantes que tomaban dieta baja en sodio, tanto aquellos que seguían la dieta de control como la dieta DASH. Esto es algo que no se pudo percibir únicamente en la dieta DASH.
Al respecto, el profesor Juraschek manifiesta que «utilizamos marcadores altamente sensibles de la enfermedad cardiovascular subclínica para mostrar cómo dos estrategias dietéticas pueden mejorar distintos mecanismos de lesión cardíaca subclínica en un período de tiempo relativamente corto, lo que sugiere que las mejoras en los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular observadas a partir de una dieta DASH reducida en sodio también pueden reducir el daño cardíaco concurrente».
Finalmente, en relación al estudio argumenta que cuenta con «importantes implicaciones clínicas, y estos hallazgos deberían reforzar la decisión pública de promover el patrón dietético DASH y reducir la ingesta de sodio en el mundo».