No hay discusión. Hacer ejercicio es beneficioso para nuestro cuerpo y mantenerse completamente saludable. Eso sí, la actividad física siempre debe acompañarse de una vida activa y sana para que se puedan prevenir complicaciones en nuestra salud.
Cualquier deporte bien practicado nos vale para contribuir en la prevención de numerosas enfermedades producidas por el sedentarismo y el sobrepeso. Por ello, a continuación pasamos a detallar las patologías en las que la actividad física cobra más importancia.
Enfermedades cardíacas
Es importante conocer la situación y posibilidades de cada uno, ya que quienes padecen este tipo de enfermedades deben mejorara su estado general a través de algún deporte, pero en este caso se debe tener el respaldo médico que te lo permita y te marque unas pautas.
El entrenamiento aeróbico puede contribuir a evitar el desarrollo de enfermedades cardíacas, como por ejemplo el infarto de miocardio, arritmias, entre otros trastornos que de no cuidarse pueden acarrear graves problemas.
Sobrepeso y obesidad
Ambas patologías se han convertido en un problema a nivel mundial. El estilo de vida sedentario y una mala alimentación han provocado un gran aumento de este tipo de enfermedades en las que el deporte se presenta como el mejor aliado frente a ellas.
Actualmente, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el mundo hay 1.900 millones de adultos con sobrepeso, de los cuales, más de 600 millones tienen obesidad. En estos casos, no solo vale con hacer deporte, sino que esto debe ir acompañado por una buena alimentación, no solo para la obesidad y sobrepeso, sino para poder llevar una vida completamente saludable.
Hipertensión arterial
La hipertensión arterial es el aumento anormal de la presión arterial medible en 2 cifras, sistólica y diastólica. Sino se tiene un cuidado adecuado, se puede desarrollar enfermedades cardiovasculares, renales o cerebrales. La gran mayoría de las personas que sufren esta patología no muestran ningún síntoma, por lo que se conoce como el «asesino silencioso».
Por esta razón, realizar deportes aeróbicos, ya sea nadar, correr, andar o ir en bicicleta, pueden reducir el riesgo de desarrollar esta patología. Además, esto debería de ir acompañado por una dieta saludable para que tenga el impacto correcto en nuestro organismo.
Diabetes tipo 2
Aparece en personas mayores o jóvenes con altos factores de riesgo. Sus causas son muchas, pero entre las más importantes están la obesidad, sobrepeso y sedentarismo. El ejercicio físico es el factor esencial para prevenir este tipo de diabetes.
Osteporosis
La osteoporosis es una enfermedad caracterizada por una disminución de la resistencia ósea que predispone al paciente a un mayor riesgo de fractura. Como venimos diciendo, el ejercicio físico es fundamental para evitar el desarrollo de esta enfermedad en edades adultas, sobre todo en mujeres después de la menopausia.
Estrés
El estilo de vida de las personas les ha llevado a convivir diariamente con el estrés. Con ejercicio físico esta patología no solo puede prevenirse, sino también disminuirse, dado que disminuye los niveles de cortisol, una de las hormonas relacionadas con el desarrollo del estrés.
Colesterol alto
Todos los seres humanos necesitamos del colesterol para vivir, ya que esta molécula forma parte de la membrana de nuestras células. Pero, cuando está en exceso en el torrente sanguíneo da origen a una enfermedad, la hipercolesterolemia.
Para poder controlar esta patología, es fundamental realizar una buena alimentación y ejercicio, así como acudir a un profesional médico para que pueda indicarnos un tratamiento específico para estabilizar la salud del paciente.