El dióxido de carbono (CO2) es un gas sin color ni olor que se convierte en un desecho gracias a los pulmones. La sangre transporta el CO2 del cuerpo a los pulmones, por lo tanto, inhalamos y exhalamos dióxido de carbono durante todo el día sin darnos cuenta. Esta sustancia está presente en nuestra sangre, por lo que su mucha o poca cantidad podría indicar que tenemos un problema en nuestro organismo.
Así, para comprobar nuestros niveles de CO2 podemos someternos a un análisis de sangre. El análisis de CO2 suele ser parte de una serie de pruebas de electrolitos llamadas ionograma. Los electrolitos ayudan a equilibrar los niveles de ácidos y bases en el cuerpo. De hecho, la mayor parte del dióxido de carbono del cuerpo está en forma de bicarbonato, un tipo de electrolito.
Esta prueba permite vigilar y diagnosticar problemas relacionados con un desequilibrio hidroelectrolítico, por ejemplo, enfermedades de los riñones, pulmones o presión arterial alta (hipertensión).
Síntomas por los que solicitar un análisis de CO2 en sangre
Es posible que el médico o profesional pueda solicitar un análisis de CO2 en sangre para realizar un control rutinario en caso de contar con síntomas como los siguientes:
- Respirar con dificultad
- Debilidad
- Cansancio
- Diarrea
- Vómitos
El análisis en sangre se hace como uno cualquiera, pinchando la abuja en la piel y extrayendo la sangre en tubos de ensayo. Así, el análisis del dióxido de carbono en sangre y el ionograma no necesita ningún preparativo especial. Eso sí, si su médico ha pedido otros análisis con su muestra de sangre, deberías ayunar por varias horas antes de realizar la prueba.
Enfermedades que causa el dióxido de carbono
En caso de que los resultados sean anormales, puede indicar que su cuerpo tiene un desequilibrio hidroelectrolítico o un problema para eliminar el dióxido de carbono de los pulmones. Según el portal de salud ‘Medlineplus’, un exceso de CO2 en la sangre puede dar lugar a enfermedades como:
- Enfermedad pulmonar
- Trastornos de los riñones
- Síndrome de Cushing: En el síndrome de Cushing, el cuerpo producen demasiada cantidad de una hormona llamada cortisol. Eso causa una variedad de síntomas, como debilidad muscular, problemas con la vista y presión arterial alta
- Trastornos de las glándulas suprarrenales: Las glándulas suprarrenales están encima de los riñones y controlan la frecuencia cardíaca, la presión arterial y otras funciones del cuerpo
- Trastornos hormonales
- Alcalosis: Exceso de base (alcalinidad) en la sangre
Por el lado contrario, una cantidad insuficiente de CO2 en sangre puede provocar:
- Enfermedad de Addison: En esta enfermedad las glándulas no producen cantidades suficientes de ciertos tipos de hormonas, como cortisol. Esto puede causar una variedad de síntomas, por ejemplo, debilidad, mareos, pérdida de peso y deshidratación
- Acidosis: Exceso de ácido en la sangre
- Cetoacidosis: Complicación de la diabetes tipo 1 y tipo 2
- Shock
- Trastornos de los riñones
En caso de que los resultados no estén dentro de los límites normales, no significa que necesite un tratamiento obligatoriamente. Será su médico el encargado de comprender el significado de los resultados, y el encargado de establecer un medicamento o solución a nuestro problema.