La vejez es la última etapa de la existencia humana, y por ende puede ser la más difícil o más gratificante según la persona y el apoyo que reciba del entorno.
Actualmente hay cientos de actividades creadas para que los mayores continúen siendo personas productivas y activas. Generalmente son voluntarios en organizaciones o practican disciplinas como el yoga.
No obstante ¿Qué ocurre cuando los mayores deciden tirarse al abandono o dejan de hallarle sentido a la vida?
Cada año son más las personas que voluntariamente dejan de cuidarse y se abandonan a deplorables situaciones que desde el punto de vista social son preocupantes.
El síndrome de Diógenes, es el nombre y la explicación a este fenómeno que generalmente afecta a grupos de la tercera edad; pero cuidado que los jóvenes también pueden sufrirla.
Además, este patrón de conducta se ha venido observando con preocupación desde los años 60, y se replica con especial facilidad en países de primer mundo o con culturas muy cerradas y poco afectivas.
¿Qué es el síndrome de Diógenes?
El síndrome de Diógenes fue estudiado a nivel conductual en el año 1960. Su nombre es en referencia al filósofo griego Diógenes de Sinope, ya que en su momento promulgó la importancia de vivir y portar lo necesario; dejando de lado la dependencia a bienes materiales.
También estaba a favor de la privación excesiva.
De forma cínica, este nombre le fue atribuido al síndrome de Diógenes, en especial porque quienes lo padecen se caracterizan por entregarse a un estado de abandono personal y social.
Otro de sus aspectos resaltantes es el aislamiento voluntario en sus residencias, que generalmente terminan convirtiéndose en un depósito de basura u objetos indeseados.
Afecta generalmente a personas de la tercera edad o ancianos, mas no se descarta la posibilidad que algún joven sufra de esta condición.
Cabe destacar que quienes padecen el síndrome, son acumuladores y tienden a creer que todo lo que guardan es necesario para el ahora o el futuro.
A causa de esto son llamados acumuladores.
Tipos
Este padecimiento se diferencia y divide de dos formas:
- Aparece en quienes ya sufren de otra patología psiquiátrica.
- Surge en pacientes que padecen otro trastorno psiquiátrico grave como la depresión, delirios o demencia.
¿Por qué aparece?
El síndrome de Diógenes suele aparecer producto de otra enfermedad conductual o mental. Las más comunes son el trastorno obsesivo compulsivo, la depresión psicótica, demencia y trastorne de la personalidad.
Asimismo la detección del síndrome es más común en mujeres que en hombre, especialmente en las féminas que han quedado viudas o viven solas.
Sintomatología
La señal verídica sobre el padecimiento es la reclusión voluntaria en residencia junto al abandono personal y la falta de higiene.
Asimismo, el afectado acumula enormes cantidades de objetos inservibles y basura en su hogar.
También suelen comenzar a vivir en estado de indigencia y pobreza extrema. Por otra parte, dejan de hacer el aseo domiciliario y se desligan del cuidado personal.
Por ello comienzan una larga fase de perdida de contacto con amigos, conocidos, vecinos y familiares. Se sabe que en fases crónicas solo hablan con sujetos estratégicos para su supervivencia, es decir, repartidores de comida o de otros servicios indispensables.
Otro aspecto es la acumulación de dinero tanto en efectivo como electrónicamente, del cual se olvidan y viven con la idea de ser pobres.
Asimismo, los pacientes desconocen que su afán de ahorrar y acumular bienes materiales sin función es una enfermedad; por lo cual rechazan la idea cuando alguien intenta intervenir y declinan la ayuda de terceros.
Testimonios de psiquiatras dejan ver que quienes sufren de síndrome de Diógenes no saben explicar la causa de su conducta de abandono.
Igualmente comentan que los vagos intentos de explicarlo, terminan en situaciones psicóticas, pues las funciones cognitivas así como las sociales sufren una alteración.
La pérdida de peso y el deterioro físico por la mala alimentación son otros de los síntomas más arraigados al síndrome de Diógenes.
Factores que potencian su aparición
Como cualquier enfermedad, hay factores sociales, químicos y biológicos que potencian su aparición. Si bien no siempre el síndrome de Diógenes aparece por tal causa, se puede decir que conocer aspectos de este tipo es importante.
Tercera edad
Generalmente quiñes sufren el síndrome de Diógenes son personas de la tercera edad, específicamente mayores de 65 años.
En relación a esto, el tratar o ayudar al paciente se complica pues estos no admiten su condición, ya que es común que con la edad el pensamiento humano se radicalice.
Personalidad
Investigaciones señalan que otro factor a considerar es la tendencia a la soledad o aislamiento que las personas muestran en su juventud y adultez.
De igual forma quienes han tenido problemas para integrarse a la sociedad, no muestran entusiasmo por las relaciones interpersonales o son huraños; son personas con altas posibilidad de sufrir el síndrome de Diógenes
Enfermedad mental previa
El síndrome de Diógenes suele aparecer como un efecto colateral a otras enfermedades, trastornos o patologías que atacan directamente la salud mental.
Otras causas
Las dificultades económicas potencian su aparición, pues esta causa episodios extremos de estrés.
La muerte de un familiar también tiene un impacto emocional potente.
No obstante, eso no es un indicio fiel pues personas de vida acomodada no se escapan de sufrir el padecimiento.
Prevención
Brindar compañía a los mayores y vigilar como transcurre su vida es la principal medida de prevención a tomar. No se trata de ser controlador, sino de vigilar cualquier cambio a nivel conductual.
Los cuidados de este tipo deben intensificar en quienes viven solos. Entre los familiares y amigos puede existir la diatriba de si es una enfermedad real o “un estilo de vida”.
Tratamiento
El primer paso es hacer entender al paciente que hay algo malo en su afán de aislarse y acumular cosas.
La familia debe involucrarse en el proceso y ayudar al anciano a canalizar la situación. Adicionalmente las viviendas deben ser sometidas a una limpieza exhaustiva.
Finalmente es bueno acotar que la terapia psicológica es indispensable, para mediar con las emociones y sentimientos del afectado.
En algunas ocasiones se requiere la intervención de otros especialistas.
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