La vitamina D es un micronutriente esencial para la salud desde que nacemos. Sin embargo, la importancia de la presencia adecuada de esta vitamina en el organismo aumenta con el paso de los años, debido a su implicación en el funcionamiento de diferentes estructuras esenciales del cuerpo humano.
Durante la pandemia se ha puesto de manifiesto una vez más la trascendencia de este micronutriente para la salud. Y es que no solamente se ha demostrado una deficiencia del 80% en personas mayores, si no que la vitamina D también ha funcionado como tratamiento para reducir los síntomas del virus en pacientes hospitalizados.
Así, a medida que envejecemos se hace incluso más necesario cuidar nuestro organismo y llevar a cabo hábitos de vida encaminados a cumplir ese objetivo. Por ejemplo, seguir una dieta saludable y equilibrada, realizar ejercicio físico con regularidad o limitar el consumo de tabaco y alcohol.
Menos vitamina D a medida que envejecemos
La vitamina D es una vitamina que el organismo no es capaz de fabricar por sí solo. En publicaciones anteriores explicamos que las principales fuentes naturales de obtención de este micronutriente son el sol y el mar.
La exposición directa de la piel con los rayos ultravioletas del sol provocan que el cuerpo sintetice la vitamina D, mientras que en mar se encuentran una gran variedad de pescados y mariscos que también aportan buenas dosis de esta vitamina.
En concreto, las fuentes de obtención de esta vitamina son el sol, la alimentación o incluso suplementos vitamínicos.
Así, los expertos señalan que a partir de los 50 años de edad, aproximadamente, el cuerpo pierde capacidad para aumentar los niveles de vitamina D a raíz de la exposición a los rayos ultravioletas del sol. Por este motivo sería necesario aumentar la ingesta de alimentos ricos en este micronutriente o el uso de suplementos vitamínicos.
Beneficios para la salud
Aumentar los niveles de vitamina D a partir de los 50 años de edad puede repercutir en diferentes beneficios para la salud. Primeramente, supone un fortalecimiento para los huesos, previniendo la aparición de osteoporosis.
Y es que la osteoporosis es una enfermedad ósea relacionada con el debilitamiento de los huesos a medida que el organismo envejece. En este sentido, la deficiencia de vitamina D es un factor de riesgo crucial para el desarrollo de esta patología ósea u otras.
Por otra parte, la vitamina D también influye en el estado de ánimo. Diferentes estudios han constatado que la presencia de niveles elevados de este micronutriente en el organismo potencia nuestro bienestar.
Así, a partir de los 50 años la gente suele entristecer más rápido por diferentes motivos, como envejecer, perder seres queridos u otras cuestiones. Por eso tomar esta vitamina podría ser beneficioso para mejorar el estado de ánimo.
Refuerzo del sistema inmune
Además, muchos estudios e investigadores de prestigio, como el doctor Michael F. Holick han analizado la influencia de la vitamina D en el desarrollo de diferentes enfermedades; incluidos diversos tipos de cáncer, como el colorrectal, colón o de mama.
En este aspecto, este especialista asegura que contar con unos valores elevados de vitamina D en el organismo reduce de forma considerable el riesgo de desarrollar diferentes tipos de enfermedades. Y es que el sistema inmune se ve fortalecido cuando existe una presencia adecuada de este micronutriente.