La vitamina B12 es uno de los nutrientes más importantes para la salud de las personas. Es por ello, que todas las personas necesitan tomar de forma diaria una dosis suficiente de este nutriente para evitar un problema por deficiencia.
Sin ir más lejos, la B12 es clave para mantener la salud de las neuronas y la sangre. Igualmente, también participa en la formación de ácido desoxirribonucleico (ADN), el material genético presente en todas las células del cuerpo humano.
Una de las principales características de la vitamina B12 es que únicamente se encuentra de forma natural en los alimentos de origen animal. Cada vez son más los productos vegetales que incorporan la B12 fortificada.
Además, algunos estudios científicos sugieren que determinadas plantas como el aloe vera pueden contener trazas de vitamina B12, aunque no en cantidades destacables como para constituir una fuente importante de este nutriente.
Vitamina B12 en personas mayores de 50 años
Debido a las importantes funciones que cumple la B12 en el organismo, las personas necesitan tomar una cantidad suficiente de esta vitamina de forma diaria. Y es que la falta de este nutriente puede ser perjudicial para la salud.
Las necesidades de vitamina B12 de una persona dependen de la edad y el sexo, principalmente. Por ello, desde el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos informan que una persona adulta mayor de 50 años necesita una dosis diaria de B12 de aproximadamente 2,4 mcg.
Por su parte, los niños con una edad comprendida entre 9 y 13 años requieren de unos 1,8 mcg de B12, según este mismo organismo estadounidense.
En situaciones normales, las personas que siguen una alimentación equilibrada, saludable y completa no tienen ningún tipo de problema para contar con unos niveles adecuados de este nutriente. Si bien, algunos factores como una alimentación incorrecta, medicamentos o enfermedades influyen en la absorción de esta vitamina por parte del organismo.
Problema de la falta de B12
Como hemos comentado anteriormente, la vitamina B12 es un nutriente que se encuentra especialmente en alimentos de origen animal. Son ricos en esta vitamina el pescado, marisco, carne, huevos, leches, productos lácteos o carnes de aves. Si bien, las dos grandes fuentes de B12 se encuentran en la carne de hígado y las almejas.
La afección de salud más peligrosa que puede causar la falta de vitamina B12 es el desarrollo de anemia megaloblástica. Se trata de un tipo de anemia que se manifiesta mediante síntomas de pérdida de apetito, palpitaciones, piel pálida, pérdida de peso e incluso problemas de infertilidad.
Además, también puede causar hormigueo o adormecimiento en manos o pies. Igualmente, la carencia de B12 también puede provocar diferentes fallos a nivel neurológico, dada la participación de esta vitamina en la salud de las neuronas.
Por ello, según explican desde el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, la falta de esta vitamina también puede desembocar en depresión confusión, demencia o pérdida de memoria. Así, la carencia de este nutriente también puede originar daños en el sistema nervioso, incluido en personas que no presentan anemia megaloblástica.
De esta forma, resulta fundamental contar con unos niveles idóneos de B12, además de establecer un tratamiento adecuado en caso de deficiencia de esta vitamina.