El alcohol no es beneficioso para la salud en ningún ámbito. Pero cuando se mezcla el alcohol y la hipertensión junto a la diabetes, la cosa se pone mucho más seria. Está comprobado, que las personas que padecen diabetes tipo 2, si consumen más de 8 copas de alcohol provocan un aumento de la hipertensión.
Expertos de la Universidad de Forest en Winston-Salem (Estados Unidos) han publicado en la revista ‘Journal of the American Heart Association’ que en «estudios anteriores han sugerido que el consumo excesivo de alcohol se asocia a la presión arterial alta, sin embargo, la asociación del consumo moderado de alcohol con la presión arterial alta no estaba clara”.
Se realizó un estudio en el que comprobaron la relación de la presión arterial y el alcohol en más de 10.000 personas con diabetes tipo 2. Dichas personas tenían una edad media de 63 años.
Todas estas personas tenían que tener unos requisitos comunes:
- Llevar padeciendo diabetes como mínimo 10 años.
- Tenían que padecer alguna enfermedad cardiovascular; evidencia de que pudieran padecer una enfermedad cardiovascular; o tener al menos dos factores de riesgo de enfermad cardiovascular como pueden ser por ejemplo presión alta y colesterol.
El consumo de alcohol se clasificó de la siguiente manera:
- Ligero (1-7 bebidas a la semana).
- Moderado (8-14 bebidas a la semana).
- Pesado (15 o más tragos por semana).
Todos los participantes tuvieron que rellenar un cuestionario previo donde tenían que poner la cantidad de bebidas alcohólicas que tomaban por semana.
Para la clasificación de la presión arterial se siguió los pasos de la Guía para la prevención, detección, evaluación y manejo de la presión arterial alta en adultos de 2017 del American College of Cardiology:
- Normal (por debajo de 120/80 mm Hg)
- Elevada (120-129 / <80 mm Hg)
- Alta en etapa 1 (130-139 / 80-89 mm Hg)
- Alta en etapa 2 (140 mm Hg / 90 mm Hg o más)
En los análisis que se realizaron a los participantes con diabetes se tuvieron en cuenta si tomaban algún tipo de medicamento previo.
Resultados del estudio sobre la diabetes
Se obtuvieron unos resultados bastantes interesantes. Se observó que los participantes con diabetes que tenían un consumo ligero de alcohol a la semana no se asociaron con la presión arterial elevada. Por otro lado, las personas que tenían un consumo moderado, se observaron que provocaba un aumento de la probabilidad de hipertensión de un 79%. Presión arterial alta en etapa 1 en un 66% e hipertensión arterial en etapa 2 en un 62%.
A su vez, las probabilidades de presión arterial elevada se incrementan en un 91% de los casos que consumen una cantidad excesiva de alcohol. Para la presión arterial alta en etapa 1 en 149%, un aumento de 2,49 veces; e hipertensión arterial en etapa 2 en un 204%, un aumento de 3,04 veces. Hay que tener en cuenta que los hombres ricos son más propensos a tener hipertensión.
Para finalizar, los investigadores concluyeron que “aunque el consumo de alcohol leve a moderado puede tener efectos positivos sobre la salud cardiovascular en la población adulta en general, el consumo de alcohol tanto moderado como excesivo parece estar asociado a mayores probabilidades de hipertensión arterial entre las personas con diabetes tipo 2″.