Hay mujeres que durante el embarazo prefieren estar descansando y juntando las fuerzas suficientes como para pasar el tirón. Sin embargo, es muy recomendable no llevar una vida demasiado sedentaria durante la gestación, por lo que se aconseja realizar actividades físicas relajadas como puede ser el caso del pilates, un apoyo muy importante para mujeres embarazadas.
El pilates combina ejercicio físico, estiramientos y control de la respiración, por lo que está considerado como uno de los mejores remedios físicos para las mujeres que se encuentran esperando a un bebé. Eso sí, antes de empezar esta actividad es necesario consultar con el ginecólogo y ver que todo se encuentra en orden.
En principio, los beneficios más importantes que puede aportar el pilates en embarazadas son los siguientes:
- Mantiene una buena circulación de la sangre, lo que se notará en la aparición de varices.
- Fortalece extremidades inferiores y el suelo pélvico para soportar el aumento del peso del abdomen y el trabajo durante el parto.
- Ayuda a evitar molestias como dolor de espalda, pelvis y piernas cansadas.
- Con el pilates se aprenden diferentes ejercicios de respiración que te vendrán muy bien durante el parto.
- Relaja y te hace sentir más flexible.
- Mantiene un peso adecuado durante el embarazo y ayuda a recuperar el cuerpo después del parto.
¿En qué momento hacer pilates?
Primer trimestre
Estas primeras semanas es el momento en el que más riesgos se tienen en el embarazo, por lo que lo ideal es que la actividad física se reduzca a pequeños paseos o caminatas, ya habrá tiempo de incorporar el pilates, pero la salud del bebé durante el primer trimestre desaconseja su práctica.
Segundo trimestre
Este es el momento ideal para iniciarnos en el pilates. Las mejores posturas para esta época son las que se hacen a cuatro patas, pues fortalecen la espalda sin que la barriga suponga un problema o interfiera en la rutina de ejercicios. En estos meses, también es el momento para iniciar el fortalecimiento del suelo pélvico, algo que nos ayudará a mantener el tono muscular después del parto.
Gracias a estos ejercicios, podremos simular el esfuerzo que se hace cuando se intenta contener la orina y nos permiten evitar la incontinencia después de dar a luz. El fitball es una gran herramienta para realizar este tipo de rutinas (sentada, acostada y de espalda contra la pared).
Último trimestre
En este tiempo se recomiendan ejercicios que ayuden al bebé a encajarse y los que ayudan en el control de la respiración, ya que con ellos aprendemos a dirigir el aire a puntos específicos de nuestro cuerpo. Otra vez el fitball es una gran opción.
¿Existen riesgos de hacer pilates estando embarazada?
El embarazo no es un momento perfecto para comenzar a hacer ejercicio si siempre hemos llevado una vida sedentaria. Obtendrás mejores beneficios si lo practicas después de dar a luz, ya que el embarazo incluye un esfuerzo físico adicional al normal, por lo que añadirle otro más podría ser perjudicial para la madre.
Dependiendo de cada caso, también hay contraindicaciones de tipo médico como la placenta previa, sangrado, hipertensión, insuficiencia cardiaca u otros.
¿Dónde hacer pilates?
Debido a las particulares condiciones de una mujer embarazada, es vital acudir a clases diseñadas especialmente para embarazadas, ya que hay ejercicios puntuales contraindicados durante este período. Lo normal es encontrar este tipo de sesiones en gimnasios, polideportivos o centros especializados en estas técnicas para embarazadas. Ten en cuenta que este y cualquier ejercicio, conlleva grandes ventajas, pudiéndolo maximizarlo si sigues practicando el pilates después del parto.