La Ataxia es una enfermedad del campo de la neurología que se manifiesta en una gran variedad de síntomas, aunque el más común es la pérdida de control muscular. Además, los pacientes con este trastorno neurológico ven afectados los sentidos y desarrollan una falta de coordinación de movimientos en el cuerpo.
En concreto, la ataxia es un trastorno neurológico motor que se manifiesta en una falta de coordinación en la realización de movimientos voluntarios. Además, esta falta de coordinación entre el cerebro y las diferentes partes del organismo afectan a la marcha, extremidades y al habla.
La mayoría de las ataxias son progresivas. Es decir, pueden iniciarse con síntomas muy livianos y acabar siendo altamente discapacitantes para el paciente. En cada tipo de ataxia, la progresión de la enfermedad es diferente, además de depender de otros factores fundamentales.
Desde la Federación de Ataxias de España aseguran que existen más de 200 tipos de ataxia, aunque todas ellas comparten un patrón común; que es la alteración en la coordinación de movimientos. Si bien, la más frecuente es la Ataxia de Friedreich, que comprende lesiones en el cerebelo, la médula espinal y los nervios periféricos
Según esta misma organización, cada año aumentan los pacientes que desarrollan este tipo de enfermedad perteneciente al campo de la neurología. Y es que toda patología neurológica entraña una gran complejidad en cuanto a su diagnóstico, conocimiento y tratamiento.
Causas de la Ataxia, enfermedad de neurología
Según asegura la Universidad Clínica de Navarra, el diagnóstico de esta enfermedad del campo de la neurología es siempre clínico. Así, se basa en el análisis de síntomas o elementos que presente el paciente.
En este sentido, para poder diagnosticar esta enfermedad hace falta una exploración neurológica profunda y precisa. Concretamente, los neurólogos ponen el foco en el estudio de los movimientos oculares, la coordinación de la marcha y movimientos.
Así, los especialistas del campo de la neurología distinguen dos tipos de factores que influyen en el desarrollo de esta enfermedad: Causas adquiridas y causas hereditarias.
Causas adquiridas
En este apartado encontramos las ataxias nutricionales, tóxicas y metabólicas. En ella influyen síndromes de malabsorción, déficit de tiamina, alcoholismo, consumo de fármacos o hipotiroidismo.
También se encuadran en este grupo las ataxias de causa inmunológica. En este aspecto, hay que diferenciar aquellas en las que la diana de autoinmunidad es el cerebro y otras en las que la diana de la autoinmunidad son varias estructuras del sistema nervioso central.
Por otra parte, también encontramos las ataxias producidas por lesiones estructurales del cerebelo y sus conexiones; así como las ataxias degenerativas.
Causas hereditarias
Las causas hereditarias se establecen en función del patrón de herencia autosómica dominantes, recesivas, ligadas al cromosoma X y asociadas a enfermedades mitocondriales. No debemos olvidar que estamos ante una enfermedad del ámbito de la neurología que afecta al cerebro.
En todas las ataxias de origen hereditario existe como síntoma predominante la pérdida de la ambulación en unos 15 años. Otros síntomas asociadas a esta tipología son las alteraciones del movimiento ocular, deterioro mental, movimientos involuntarios, crisis epilépticas o alteración piramidal.