Los investigadores han descubierto que la pandemia del Covid-19 está teniendo un profundo impacto negativo en nueve de cada diez personas que sufren trastornos alimentarios.
De acuerdo con Beat, la organización benéfica de desórdenes alimenticios del Reino Unido, aproximadamente 1,25 millones de personas en el Reino Unido tienen desorden alimenticio. Hasta ahora, se sabía poco sobre el impacto de la pandemia en esta población.
El Covid-19, un desafío para las personas con trastornos alimentarios
Si bien es evidente que el brote de Covid-19 está teniendo un efecto significativo en la población mundial, el estudio publicado en el Journal of Eating Disorders muestra que la pandemia ocasiona síntomas nuevos y únicos para las personas con trastornos alimentarios.
Durante las primeras etapas del cierre de la pandemia, la Dra. Dawn Branley-Bell y la Dra. Catherine Talbot de la Universidad de Northumbria en el Reino Unido, encuestaron a personas de todo el país que están experimentando actualmente, o se están recuperando, de un trastorno alimentario.
Las alteraciones de la vida cotidiana y el distanciamiento social pueden tener un impacto perjudicial en el bienestar de la persona con trastorno alimenticio, ya que casi nueve de cada diez (87%) de los participantes informaron que sus síntomas habían empeorado como resultado de la pandemia.
Según los investigadores, más del 30% declaró que sus síntomas eran mucho peores.
Los resultados indican efectos psicológicos perjudiciales, como la disminución de la sensación de control, el aumento de la sensación de aislamiento social, el aumento de la frecuencia sobre los trastornos alimentarios y la disminución de la sensación de apoyo social.
Mediante el análisis de las respuestas de los participantes, los investigadores descubrieron que los efectos negativos podían deberse a los cambios que estaban sufriendo las personas sobre su rutina regular, situación de vida, tiempo pasado con amigos y familiares, acceso al tratamiento, participación en actividades físicas, relación con los alimentos y uso de la tecnología.
Falta de atención sanitaria
Debido a la pandemia por coronavirus, muchos de los encuestados se quejaron de la reducción en la atención sanitaria que estaban sufriendo. Algunos informaron de que se les había dado el alta temporalmente en la atención sanitaria o se les había suspendido el tratamiento.
El equipo de investigación advierte que las consecuencias de no poder acceder al tratamiento profesional de los trastornos alimentarios durante la pandemia podrían ser graves, causando que las condiciones de algunas personas empeoren mucho y, en algunos casos, podrían resultar fatales.
«Nuestros hallazgos destacan que no debemos subestimar la duración del impacto de la pandemia. Las personas con experiencia en trastornos alimentarios probablemente experimentarán un efecto a largo plazo en sus síntomas y en su recuperación», dijo Branley-Bell.