La Sociedad Estatal Correos y Telégrafos (Correos) se convirtió en noticia ligado a la política. Y no por una gran labor, sino porque algunos de los máximos representantes políticos de nuestro país han denunciado la recepción de cartas con amenazas en su interior. Parece imposible que sobres con objetos considerados peligrosos puedan enviarse con tanta facilidad.
Debido a esto, los sindicatos de trabajadores UGT y CC.OO han sacado a la luz cuestiones que parece que habían quedado en el olvido. Como el hecho de que los protocolos de seguridad por el que pasan todos los paquetes que se envían mediante Correos, llevan desde el año 2009 sin actualizarse. Además, también han denunciado que solo un 4% del total de envíos diarios son los que pasan por los escáneres de seguridad.
En este sentido, Correos ha querido negar tajantemente estas cifras. Ya que según ellos mismos afirman, el 100% de los paquetes que se consideran sospechosos o ‘de riesgo’ pasan por los escáneres de seguridad. Siendo estas cartas con mensajes amenazantes meros errores ajenos a cualquier medida de seguridad que lleven a cabo. Además, aseguran que ya han tomado cartas en el asunto y que se han apresurado a aumentar la seguridad y reforzar el nivel de alerta.
¿Cuáles son estos protocolos que fortalecen la seguridad de Correos?
Diariamente llegan a Correos millones de sobres y paquetes que deben ser inspeccionados y clasificados adecuadamente para que lleguen a su destino. Toda la correspondencia que llega a una provincia o comunidad debe pasar por la Central de Correos perteneciente a ese territorio. Allí es donde todos los paquetes y sobres pasan por el correspondiente protocolo de seguridad.
Una vez allí, la correspondencia se clasifica en función de su volumen. Es decir, los sobres pasan a un recorrido de clasificación y los paquetes más grandes por la máquina de radioscopia. Es en este punto donde parece ser que los protocolos de seguridad de Correos han fallado para que los sobres con amenazas hayan llegado a sus destinatarios.
Según CC.OO y UGT, estos protocolos tan estrictos cambiaron en 2019 hacia otros más permisivos para relajar las medidas de seguridad. Por lo que a partir de ese momento, solo están obligados a pasar por el escáner de seguridad aquellos paquetes postales que superen los 100 gramos de peso. Circunstancia por la cual las cartas enviadas a los representantes políticos en este caso no pasaron por allí.
En estos escáneres se encuentra una persona especializada en radioscopia, autorizada para supervisar que todos los paquetes cumplan con los requisitos de seguridad necesarios. Además, estos escáneres incorporan un sistema de detección automática que avisa al vigilante de que hay una masa extraña en el paquete. Este se activa al intuir que existe un material inusual en la correspondencia, y emite un sonido para que el supervisor preste especial atención a ese paquete.
Correos ha abierto un expediente a la empresa de seguridad que permitió su tránsito
Sobre los paquetes que han llegado a los representantes políticos con balas en el interior, Correos ha comunicado el cese de la actividad del trabajador de seguridad. Algo que ha levantado todo tipo de opiniones, ya que según algunos colectivos no se puede pedir el cese de empleo de una persona cuyas condiciones laborales no se conocen.
Por lo que sería pertinente antes de tomar ninguna decisión, abrir un expediente a la empresa y comenzar las investigaciones oportunas para llegar a la raíz del problema. Por otro lado, el CSIF ha defendido a los trabajadores de Correos alegando su gran trabajo para que todos los paquetes lleguen a quienes pertenecen. Teniendo en cuenta los millones de paquetes que reciben en las centrales a lo largo del día.