Pasan los meses y el coronavirus aún continúa arrasando en el mundo entero a la espera de la llegada de una vacuna que pueda parar esto, mientras tanto, lo único que queda es intentar prevenir los contagios. En este sentido, la primera herramienta que se utilizó fue toser sobre la articulación del codo, algo que ha sido desmentido como prevención para no transmitir el virus.
Un estudio realizado en la India ha desmentido esta hipótesis y ha explicado que toser en el codo no evita la propagación del Covid-19. La investigación, llevada a cabo por Prasanna Simha, científica de la Organización de Investigación Espacial de la India, publicada en la revista Physics of Fluids, también estudió la eficacia de distintos tipos de mascarilla.
«Las mascarillas no son infalibles»
En dicho estudio, los investigadores concluyeron que si el codo está cubierto con una manga, el coronavirus si se detiene. Sin embargo, si se hace sobre la piel tenemos un alto porcentaje de probabilidades de contagiar a las personas que se encuentren a nuestro alrededor.
De hecho, este estudio evidenció, la utilidad de usar mascarillas para frenar las partículas que expulsamos al hablar, toser o estornudar. A pesar de ello, Simha cree que «el distanciamiento adecuado es algo que no se debe ignorar, ya que las mascarillas no son infalibles».
“Cubrirse la boca con el codo al toser o estornudar se considera una buena alternativa en caso de apuro. Sin embargo, un brazo desnudo no obstruye el flujo y las partículas se pueden propagar en diferentes direcciones”, apuntaba Simha.