Las personas con diabetes deben extremar el control de la glucosa en sangre. Para ello, tienen que medir sus niveles de glucemia prácticamente a diario, con el objetivo de vitar el desarrollo de otras enfermedades relacionadas de gran peligro para la salud.
La diabetes mellitus es una enfermedad crónica que se genera por una alteración anormal en al metabolismo de una persona. Se caracteriza principalmente por el incremento de glucosa en sangre, que a su vez derivan en complicaciones cardiovasculares y que pueden dañar a otros órganos.
Según recoge el ministerio de Sanidad del Gobierno de España, la diabetes afecta a entre el 5% y el 10% de la población en general. Además, señalan que las personas que desarrollan este patología pierden cierta calidad de vida, dependiendo del grado en el que se encuentre la enfermedad.
Por otra parte, ha de tenerse en cuenta que por cada paciente con diabetes hay otro no diagnosticado. Para la sanidad y los expertos, el diagnóstico precoz de la diabetes constituye un reto que se debe abordar en los próximos años. Así, el control de los niveles de glucemia juega un papel clave.
Tipos de diabetes
Si bien, desde el ministerio de Sanidad del Gobierno de España afirman que las probabilidades de diabetes aumentan con la edad, el exceso de peso y la vida sedentaria. En la era digital, donde se ha reducido considerablemente la actividad física, los expertos estiman un incremento considerable del número de diabéticos en los próximos decenios.
1. Diabetes tipo 1: Este tipo se caracteriza por la incapacidad del organismo para producir insulina, debido a la destrucción de las células del páncreas que deben encargarse de esta misión. Así, se predispone a una descompensación grave del metabolismo denominado cetoacidosis. Esta tipología es más propia en personas jóvenes por debajo de los 30 años.
2. Diabetes tipo 2: Es cuando el organismo no utiliza de forma óptima la insulina. Uno de sus grandes inconvenientes es que en muchas ocasiones se presentan síntomas muy escasos durante un largo periodo de tiempo. Es más propia en personas con edad superior a 40 años, aunque cada vez empieza a desarrollarse con más frecuencia entre pacientes jóvenes.
3. Diabetes gestacional: Es aquella que comienza a desarrollarse durante el periodo de embarazo de una mujer. Además, en ocasiones puede producir diabetes mellitus después del parto, por los que las mujeres embarazadas deben someterse a un estudio posterior para descartar este hecho.
4. Otras formas de diabetes: En este grupo se enmarcan otro tipo de diabetes específicas, que pueden tener una importante carga genética o estar asociadas con otras patologías o incluso el uso de determinados fármacos. Así, entre las más habituales encontramos el uso de corticoides en algunos tratamientos o las enfermedades propias del páncreas.
Control de la glucemia y otras pruebas
Así, en cualquier tipo de diabetes, controlar la glucemia es un aspecto fundamental. Es vital para evitar episodios de subidas elevadas de la glucosa en sangre, conocido como ‘hiperglucemia’. Del mismo modo, también ayuda a actuar ante la hipoglucemia (episodio de descenso de la glucosa).

En este sentido, desde el ministerio de Sanidad informan sobre los grupos de población que deberían realizarse una prueba por posible sospecha de tener diabetes. Para ello, el método recomendado es realizar un control de la glucemia en ayunas en plasma venoso. Entre estos grupos de riesgo destacan:
1. Mayores de 45 años, deben hacer una revisión sobre diabetes cada 3 años.
2. A cualquier edad y cada año deberían realizarse una prueba al respecto:
- Personas con hipertensión arterial.
- Personas con colesterol HDL menor o igual a 35 mg/dl y/o triglicéridos mayores de 250 mg/dl.
- Mujeres con antecedentes de hijos nacidos con más de 4,5 kg.
- Historia familiar de diabetes en primer grado.
- Personas con exceso de peso.
- Antecedentes de diabetes gestacional, intolerancia a la glucosa o glucosa basal alterada.