Un juzgado ha declarado nulo el despido de un ayudante de cocina. El suceso ha tenido lugar en el colegio de Molina de Segura, en Murcia. La empresa decidió prescindir de la empleada por su discapacidad física, debido a su afección lumbar y su diabetes.
La sentencia emitida por el juzgado de lo social recogía que la empresa tendrá que indemnizar con 6.250 euros a la trabajadora por vulnerar el derecho fundamental a la no discriminación que sufrió con su despido. Además, alega que la empresa conocía la discapacidad del 33% que tenía el trabajador. La empleada había tenido varios periodos de baja a lo largo de los años debido a sus enfermedades.
De esta manera, la declaración de nulidad del cese en la relación laboral se traduce en que la empleada deberá de ser readmitida en su puesto de trabajo en las mismas condiciones que tenía antes.
El juzgado de Murcia critica la doblez con que actuó la empresa. Mientras que la causa se desvanecía en la orfandad probatoria, la empresa iba cambiando «de versión sobre el motivo del despido».