Diferentes estudios han constatado los beneficios del consumo de cerezas con regularidad para la salud del organismo. Son frutos con importante valor nutricional y gracias a sus propiedades ofrece efectos favorables para el funcionamiento del sistema inmune.
Así, es necesario tener en cuenta que existen numerosos tipos de cerezas o guindas, aunque prácticamente todos comparten similitudes en cuanto a sus propiedades y valor nutricional se refiere.
Las cerezas contienen una importante cantidad de agua, hidratos de carbono y fibra. También son ricas en fructosa, por lo que aportan buenas cantidades de azúcares al organismo, aunque por ello no significa que sean demasiado calóricas.
En este sentido, desde ‘Salud Mapfre‘ explican que las cerezas son un alimento que se puede incluir sin ningún tipo de problemas en una alimentación equilibrada y saludable. También destaca su contenido en vitamina A, vitamina C, y minerales como el potasio, calcio y magnesio.
Cerezas beneficiosas para el sistema inmune
Por otra parte, las cerezas son un tipo de alimento de origen vegetal beneficioso para el correcto funcionamiento del sistema inmune. Esto se debe a su alto contenido en antocianos, un tipo de pigmentos hidrosolubles que otorga a los vegetales rojizos y púrpuras, como los frutos rojos.
Así, los beneficios de este alimento para el sistema inmune se basan en su alto contenido en propiedades antioxidantes, como los polifenoles (ácido elágico); además de ser rica en ácido fólico potasio y vitamina C en cantidades moderadas.
Por otra parte, las cerezas son fuente de fibra, aunque no en una cantidad demasiada elevada. Y es que tomar entre 20 gramos y 35 gramos de fibra al día es beneficioso para el organismo.
Además de ser un alimento beneficioso para la salud del sistema inmune, las cerezas también son ricas en potasio, un nutriente clave para el ritmo cardíaco y la contracción muscular.
Recomendaciones del consumo de cerezas
Debido a las características propias de las cerezas en cuanto a su valor nutricional se refiere, están indicadas para las personas con estreñimiento, ya que la fibra ayuda a regular el tránsito intestinal.
También es beneficiosa en temporadas de frío donde aumenta el riesgo de virus y resfriados, aportando al sistema inmune diferentes nutrientes antioxidantes para su correcta acción.
En la alimentación infantil, las cerezas también juegan un papel clave, porque además de su sabor es un alimento ideal para comenzar a incorporar las frutas entre los más pequeños. No obstante, para evitar cualquier riesgo de atragantamiento, es aconsejable retirar el hueso central.
En otro orden de cosas, las cerezas son recomendables después de episodios de vómitos y/o diarreas. Normalmente, tras estas afecciones de salud, el cuerpo pierde importantes cantidades de potasio, por lo que el consumo de este tipo de frutas ayuda a restablecer los niveles adecuados.
También es un alimento ideal para las personas deportistas después de realizar un importante ejercicio físico, ya que las cerezas proporcionan potasio y azúcares, dos elementos indispensables para la recuperación tras una actividad física.
Finalmente, es importante recordar que las cerezas son un superalimento para reducir el riesgo de retención de líquidos en la salud; así como el riesgo de problemas de salud derivados, como la la hipertensión, hiperuricemia o gota.