En España, casi un millón de personas percibe una pensión de incapacidad permanente de carácter contributivo por parte de la Seguridad Social. Esta prestación es fundamental para incentivar una sociedad más igualitaria y justa, ayudando a las personas con menos ingresos y que presentan dificultades a la hora de su incorporación al mercado laboral.
Para ser más exactos, el ministerio de Inclusión Seguridad Social y Migraciones define la pensión de incapacidad permanente como «una prestación que se reconoce al trabajador cuando, después de haber estado sometido a un tratamiento prescrito y haber sido dado de alta médica, presenta reducciones funcionales o anatómica graves, previsiblemente definitivas, que disminuyan o anulen su capacidad laboral».
En numerosas ocasiones, el proceso para obtener una pensión por incapacidad permanente suele ser bastante enrevesado y supone una lucha por parte del pensionista aspirante tras muchos meses de una baja temporal. Pese a ello, existen casos en los que la propuesta de esta pensión proviene de la propia Seguridad Social, incluso antes de que el trabajador inicie los trámites para pedirla.
¿En qué casos puede la Seguridad Social proponer una incapacidad permanente?
La Seguridad Social tiene la capacidad de iniciar una propuesta de incapacidad permanente que dé derecho al trabajador de una pensión si, después de 18 meses de incapacidad temporal, el propio trabajador no ha iniciado los trámites para pedirlo por su cuenta.
Así, en el encargado de realizar esta notificación al trabajador es el Instituto Nacional de la Seguridad Social. Este organismo se encarga de proponer al trabajador que se le otorgue la incapacidad permanente. Mediante una carta certificada, o a través de un SMS, la Seguridad Social se hará cargo de proponer este beneficio fiscal a los usuarios que lo necesiten.
Sin embargo, el hecho de la llegada de esta carta no quiere decir que nos hayan concedido la pensión. Pese a que es una buena noticia, debemos de ser realistas y no dejarnos llevar, pues todavía nos queda un amplio proceso hasta que podamos percibir la ayuda.
Proceso para solicitar una pensión por incapacidad permanente
En el momento de que recibimos esta carta, comienza el proceso para solicitar a la Seguridad Social la pensión por incapacidad permanente. En dicha carta, el trabajador recibirá un formulario en el que solicitar la incapacidad permanente, y otra hoja en la que presentar alegaciones a la propuesta de la Seguridad Social.
Cuando hayamos enviado los documentos, el próximo paso es el de pasar el tribunal médico. Este procedimiento valora los conceptos y realidades concretas de la persona que pide la incapacidad, pudiéndole pedir ciertas acciones para evaluar su estado, así como cierta información sobre sus capacidades de trabajo y las dificultades del día a día.
Una vez pasado el tribunal médico, el trabajador tan solo deberá esperar la resolución por parte de la Seguridad Social, que será el encargado de establecer si la persona en concreto tiene derecho o no a la incapacidad y la pensión que ello conlleva. Este proceso suele ser largo, pudiendo elevarse hasta los 135 días (cuatro meses y medio), por lo que debemos de ser pacientes y esperar la resolución.
Si por cualquier circunstancia la Seguridad Social decide denegar la incapacidad, el trabajador tendrá derecho de recurrir a la decisión y reclamar de nuevo para ser sometido de nuevo al procedimiento y esclarecer si es apto o no para la incapacidad permanente.