Las personas con diabetes deben llevar un control sobre su alimentación durante toda su vida, especialmente para equilibrar la glucosa en unos niveles considerados saludables. Por ello, los pacientes que conviven con esta enfermedad deben conocer ciertas nociones para establecer un control adecuado de la glucemia.
En este sentido, uno de los aspectos que más preocupa a las personas con diabetes es el hecho de prever hasta que punto puede tener efecto en su salud el consumo de determinados alimentos.
Así, desde la Fundación de la Diabetes explican que en algunos casos se pueden realizar estimaciones en función de la dosis de insulina utilizadas para obtener una información aproximada. Si bien, algunos estudios también muestran algunas claves para controlar la alimentación.
El consumo de hidratos de carbono y el control de glucosa
Según explican desde la ‘Fundación de la Diabetes Novo Nordisk‘, por cada 10 gramos de hidratos de carbono consumidos a través de los alimentos (sin añadir insulina rápida extra), el aumento estimado de la glucemia en sangre es de 35-50 mg/dl.
No obstante, matizan que estas cifras pueden sufrir determinadas variaciones en una misma persona en función de diferentes factores; como por ejemplo el momento del día en el que se produzca la ingesta de hidratos de carbono.
Así, estos son algunos de los factores más importantes que influyen en el resultado final de la glucosa en sangre y que las personas con diabetes deben conocer. El factor más influyente en este aspecto es la sensibilidad a la insulina que ofrece el paciente en cuestión en cada momento del día.
Por ello, la insulina se debe aportar de forma exógena en personas con diabetes, para que funcione de la forma más similar a la producción que realizaría el páncreas de forma natural.
En base a las afirmaciones de los expertos en medicina, muchos pacientes con diabetes suelen presentar un mayor efecto de la insulina basal antes de mediodía, aunque los efectos se reducen antes de proceder a la cena.
Por tanto, el consumo de 10 gramos de hidratos de carbono aumentará en menor medida si se produce al mediodía; pero podría generar un episodio de hiperglucemia (niveles altos de glucosa en sangre) si se toman antes de la cena.
Para evitar cualquier tipo de inconveniente, es recomendable que su médico realice un análisis sobre el comportamiento de su organismo ante la ingesta de hidratos de carbono en función del momento del día en el que tenga lugar.
La influencia de la actividad física
Otro factor clave para determinar los efectos del consumo de hidratos de carbono en los niveles de glucosa de una persona con diabetes es si ha practicado ejercicio físico de forma previa.
Hay que tener en cuente que durante las horas siguientes a la realización de una actividad física, el organismo activa un proceso de transporte de glucosa al interior de los músculos, que se suma al efecto producido por la insulina.
Y es que el organismo funciona utilizando reservas de glucosa almacenada en músculos e hígado cuando realizamos actividad física de media o larga duración.
De esta forma tomar 10 gramos de hidratos de carbono durante las horas posteriores no afectarán tanto a los niveles de glucosa en sangre, ya que el organismo tratará de transportar dicha glucosa con la mayor rapidez posible a los músculos.
En definitiva, la cantidad total de hidratos de carbono que ingiere una persona, es el factor más determinante que puede afectar al aumento máximo de los niveles de glucosa después de cada comida; siendo este un aspecto esencial a controlar por parte de los pacientes con diabetes.